Grupo Financiero Ve por Más (Bx+) estimó que el producto interno bruto (PIB) de México crecerá 5.8 por ciento en 2021 y 2.6 por ciento en 2022, por lo que será hasta 2023 que recuperará su nivel previo a la pandemia del covid-19.
El economista en Jefe de Grupo Financiero Bx+, Alejandro Saldaña, refirió que hay elementos positivos, pero otros no tanto, para las perspectivas de crecimiento del país, por lo que el PIB se estacionará en los próximos años en niveles entre 1.8 y 2 por ciento en el mediano plazo.
Durante el webinar Tendencias Bx+: Más allá de la reactivación, explicó que a favor de la economía mexicana está la reapertura, que si bien no será lineal, va a seguir adelante, aunque puede que haya brincos en los contagios, como está sucediendo en otras naciones, en la medida que las vacunas le resten letalidad al covid-19.
“Esto puede generar un círculo virtuoso de mayor confianza, mayor empleo, mayor consumo y eso se reflejará en el desempeño de la actividad económica”; además, Estados Unidos, el principal socio comercial de México, va a seguir siendo viento a favor para la economía mexicana en los próximos años, especialmente para el sector industrial y las exportaciones.
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Saldaña agregó que el reagrupamiento en las industrias a nivel regional, detonado por la pandemia y favorecido la entrada en vigor del T-MEC, traerá nuevas inversiones a la región y al país, “éste es un elemento que le da cierta solidez a la expectativa para el crecimiento de la economía mexicana”.
Riesgos
Sin embargo, apuntó, existen riesgos, como los cuellos de botella en la producción industrial que serán obstáculos para la actividad económica durante varios meses, pues eso no se van a solucionar antes del tercer trimestre de 2022.
A esto se suma, agregó el economista en jefe de Bx+, políticas que se han asumido en sectores como el energético que contaminan las condiciones para hacer negocios en el país, lo que se reflejará en bajos niveles de inversión en los próximos años y aunado a la baja inversión que ya se registra, eso limitará la capacidad de crecimiento de la economía en el mediano plazo.
Otro gran riesgo es la inflación, que se ha dado de manera más rápida y más potente a lo que se esperaba, lo que ha llevado a los bancos centrales de distintos países a ajustar su política monetaria, eso se refleja en volatilidad de los mercados financieros, el encarecimiento del crédito y pone en riesgo la recuperación del consumo y la inversión y, por lo tanto, de la actividad económica.
AMP