A más de seis años de que Audi México comenzó la producción de su modelo Q5 en su planta ubicada en San José Chiapa, más de mil 400 hectáreas de la región se vieron modificadas por la construcción de su plataforma y vialidades.
Hace 12 años, comenzó la historia de la llegada de una planta de la armadora de los cuatro aros a México. En 2011, inició la búsqueda de un sitio para la construcción de las instalaciones de la firma germana.
En el año 2012, se tomó la decisión de construir la fábrica en San José Chiapa, un municipio ubicado al oriente del estado de Puebla, en los llamados Llanos de San Juan, Cuenca Cerrada de Oriental, o Región del Seco, donde el flujo del agua ocurre, principalmente, debido a variaciones en el nivel del manto freático, entre la montaña La Malinche y el Pico de Orizaba al este.
En la región, no existen ríos; sin embargo, el poblado de San José Chiapa está rodeado por depresiones con agua que dan origen al nombre proveniente del náhuatl, Chiahuitl, que significa “en el pantano”.
Fue el 4 de mayo de 2013 cuando las autoridades del gobierno del estado encabezado por Rafael Moreno Valle y de la firma automotriz colocaron la primera piedra para el inicio de la construcción de la planta, proceso que duró más de tres años y medio.
La primera fábrica de autos premium en México fue inaugurada por Audi el 30 de septiembre del 2016 en San José Chiapa y, al mismo tiempo, inició la producción de la nueva generación del Audi Q5, un modelo Sport Utility Vehicle o SUV que se exporta desde Puebla a Estados Unidos y otros países del continente americano.
Impacta en relicto natural de matorral desértico
La operación de la fábrica Audi de México impactó en más de mil 400 hectáreas, de ellas, más de 480 fueron destinadas para la denominada plataforma donde se asentó la planta.
De acuerdo con la tesis “Análisis del cambio en el régimen de servicios ambientales, debido al proceso de industrialización en San José Chiapa, Puebla”, realizado por Arturo Sánchez Porras, para obtener el grado de doctor en Ciencias Ambientales por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), la zona en la que se desarrolló el complejo automotriz se tradujo en una transformación de un área rural a un área industrial-urbana que cambió el uso de suelo y que repercutirá no solo en las condiciones biofísicas del lugar, también presenta interacciones con aspectos sociales, ecológicos, culturales y económicos.
Los terrenos en los que se construyó la nave de Audi eran parte de un relicto natural de matorral desértico inundable en temporada de lluvias. “El cambio en el uso de suelo tiene un impacto considerable debido a la cantidad de estructuras ecosistémicas que se están transformando”, detalla la investigación.
El análisis revela que, la planta Audi, al construirse en una extensión de 480 hectáreas, tiene un impacto mayor que la propia población de San José Chiapa con una extensión de 136 hectáreas y que la localidad más grande cercana, la ciudad de Rafael Lara Grajales, con una extensión de 151 hectáreas.
“A la instalación de un complejo industrial de este tamaño le acompaña un uso de recursos naturales correspondiente con la magnitud del proyecto, y si estos no pueden ser extraídos o aprovechados desde la misma región, tendrán que ser importados desde fuera, provocando también un uso excesivo de recursos en otras regiones aledañas, así fue el caso por ejemplo de la tierra que se usó para cimentar las plataformas de las naves industriales y que venía de distintos cerros ubicados en los municipios vecinos”, detalla el estudio.
Daños en zonas aledañas a la planta
La construcción de la planta Audi se tradujo en impactos en zonas aledañas como el denominado manantial “Ojo de Agua”, ubicado, también, en el municipio de San José Chiapa, de donde se extrajeron materiales para la construcción de la planta Audi.
En el año 2013, los inspectores de la Delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Puebla realizaron una visita de inspección a la compañía Productos Agrícolas, Ganaderos e Industriales de Ojo de Agua S de PR de RL, y constataron que el banco de materiales pétreos “Ojo de Agua”, fue empleado para extraer material de relleno para la construcción y nivelación de la plataforma y naves de la empresa automotriz alemana Audi.
De forma posterior, en diciembre de 2016, la Profepa dio a conocer que la empresa Productos Agrícolas, Ganaderos e Industriales de Ojo de Agua S de PR de RL fue clausurada ante la falta de autorización de Impacto Ambiental expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la exploración de los materiales que se llevaban a la plataforma de la armadora.
“Inspectores federales constataron que las oquedades o socavones de más de 15 metros de profundidad, ocasionadas por la explotación pétrea, afectan a una superficie de 14 hectáreas con daño a mantos freáticos del lugar. De igual forma, se detectó que el flujo de agua que surte el manantial Ojo de Agua ha disminuido, debido al afloramiento de dicho recurso natural en el centro del banco de materiales”, establece el reporte del organismo.
La Profepa destacó que las irregularidades en el manantial Ojo de Agua se originaron con la construcción de la planta de autos Audi, debido a “la irresponsabilidad” de la empresa proveedora de los materiales pétreos, lo que dañó considerablemente el ecosistema del sitio.
Recicla Audi más de 90% de sus residuos
Ante las modificaciones ambientales, Audi México dio a conocer que, en el marco de la celebración del Día de la Tierra de 2022, aseguró la reducción de más del 50 por ciento del consumo de “agua fresca” por vehículo en los últimos cuatro años.
A la par, su planta de tratamiento por ósmosis inversa, ha logrado la reincorporación de más de 200 millones de litros de agua.
En un comunicado, Audi México dio a conocer que produce su modelo Audi Q5 para el mercado global con profundo respeto al medioambiente y añadió que, para lograr una movilidad sustentable, se debe comenzar cuidando al planeta desde la concepción de los vehículos.
De manera adicional, la armadora de los cuatro aros destacó que instaló maquinaria con alta eficiencia energética, la cual es utilizada en todos sus procesos. De esta forma, la sede de San José Chiapa se ha certificado con el Sistema de Gestión de Energía, basado en la norma internacional ISO 50001:2018, para mejorar el desempeño energético de la planta. Además, Audi México fue la primera planta automotriz en México en celebrar un acuerdo voluntario con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee).
Con la estrategia medioambiental impulsada por AUDI AG, de nombre Mission: Zero, Audi México destaca que ha reducido en 80 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero y agrega que la planta San José Chiapa cuenta con una eficiente gestión integrada de residuos, asegurando que más del 90 por ciento de sus residuos sean reciclados, evitando a su vez el uso de relleno sanitario o del confinamiento de estos.
CHM