La Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami) presentó diversas propuestas para promover la productividad del maíz por medio de inversiones productivas público-privadas, en plataformas logísticas e industriales enfocadas en el sur-sureste del país ya que por sus características esa región tiene potencial para incrementar su producción.
El director general del organismo, Esteban Jaramillo, detalló que una de las acciones es la firma del convenio entre la Canami y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, cuyo objetivo es colaborar en la planeación, programación, ejecución, seguimiento y evaluación de los proyectos para el sector agroalimentario.
“México produce anualmente un promedio de 27 millones toneladas de maíz, 24 millones de blanco y 3 millones de maíz amarillo. Este último no es suficiente para cubrir las necesidades que demanda el país, por lo que el acuerdo busca consolidar el conocimiento técnico y de mercado, con el fin de incrementar la producción de este tipo de maíz en 3, 5 y 10 años”, resaltó.
Expuso que la tecnificación es una herramienta que impulsa el propósito de todos los actores por alcanzar la seguridad alimentaria, tomando en cuenta que para el 2050, se deberá tener la capacidad de ofrecer alimentos suficientes de calidad, sanos, nutritivos e inocuos a una población de 9 mil 600 millones de habitantes.
“Este desequilibrio en la producción agrícola, aunado a los factores externos antes mencionados, puede llegar a afectar de manera importante a la producción de maíz amarillo, así como impactar a las más de 60 industrias que se abastecen de este grano. Al registrarse un mayor déficit en la producción del maíz amarillo, el impacto al mercado interno será inmediato”, añadió.
Destacó que el conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado un impacto en el precio de maíz del 30 por ciento desde inicios del año, sin embargo, existen factores adicionales como la sequía, cambio climático, falta de insumos para hacer fertilizantes, el encarecimiento de los herbicidas, entre otros.
“Por ello, el trabajo conjunto entre industrias, productores, asociaciones y cámaras es vital para buscar soluciones de contención para cada uno de los actores en la cadena de suministro. Convertir la agricultura del maíz en un referente global en materia agropecuaria y de bienestar social, es un gran reto para el país, pero confiamos en que la capacitación que contribuirán para obtener mayor producción y grandes resultados”, señaló.
En ese sentido agregó que la vinculación entre el campo y la industria permite, a los productores agrícolas asegurar la comercialización de sus cosechas de manera directa, lo que provocará contar con mayor disponibilidad de maíz amarillo nacional, para hacer posible el objetivo de reducir las importaciones de este grano.
IPM