La inflación registrada en Tampico y la zona conurbada del sur de Tamaulipas durante el último lustro se refleja en la adquisición de los productos de la canasta básica. En los últimos cinco años su costo se elevó hasta los mil 500 pesos, es decir, entre 2019 y 2023 representa un 32 por ciento, para colocarse en 4 mil 797 pesos al cierre de diciembre pasado.
En una evaluación hecha por el área de Economía de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), esta cantidad es prácticamente más de la mitad del salario mínimo promedio percibido por un trabajador en esta región del país. Contrasta con los 3 mil 200 estimados que al cierre del 2018 se requerían para contar con alimentos e insumos básicos para las familias.
La evaluación presentada por el catedrático Jorge Alberto Pérez Cruz, señala que tan solo entre 2020 y 2023 hay un considerable disparo en el número requerido. Cabe señalar que esto va a la par de los acuerdos tomados entre el gobierno federal y la iniciativa privada, para recuperar las percepciones de los trabajadores y profesionistas.
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Al recapitular los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor mensual se colocó en 3 mil 291 pesos al concluir el 2018. A diciembre del 2023 el promedio concluyó en los 4 mil 797 pesos, con una diferencia de mil 506 pesos.
Esto repercute en productos como frutas, verduras, granos, verduras, carnes, pescados y mariscos, pollo, embutidos, lácteos, jugos, refrescos y galletas, integrados en la canasta básica por ambos organismos.
En cuanto al crecimiento anual, en el 2021 se dio el alza más significativa y coincidió con la alta inflación nacional que en el estado llegó a 8.5 por ciento. Dicha canasta se elevó hasta 595 pesos.
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