Moodys ratificó la calificación y perspectiva crediticia del país, pero advirtió que la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco es una señal de incertidumbre.
“La señal es de incertidumbre en cuanto a la dirección de políticas públicas, por lo cual estaremos atentos a los pronunciamientos con temas fiscales y económicos. Seguimos atentos al presupuesto que se envía al congreso”, indicó Adrián Garza, analista de Moody's.
El analista senior para el equipo de proyectos e infraestructura de Moodys para la región, dijo que tras la cancelación puede haber contingencias indirectas solo en el mediano plazo, dependiendo de cómo se arreglan con las constructoras.
La calificadora señaló que cancelar el proyecto no ha tenido un efecto en la calificación del soberano, pero que es una señal negativa para el mediano plazo y en el futuro puede desincentivar la marcha económica.
“Hay bastantes interrogantes con respecto a las políticas públicas, de ninguna manera estaremos cuestionando el grado de inversión”, consideró Jaime Reusche, vicepresidente y analista de Moodys.
Dijo que "lo que tenemos al día de hoy es un anuncio de no continuar con el
proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco, ese anuncio al primero de diciembre puede detonar eventos crediticios".
Sin embargo, reconoció que la calidad crediticia intrínseca de los bonos, por 6 mil millones de dólares que consideró Moodys, es positiva porque el flujo de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) es sólido.
Indicó que se requiere un periodo de revisión para tratar de dar el espacio y el tiempo para entender qué es lo que el futuro gobierno pretende realizar para sustituir este aeropuerto.
Además, consideró necesario conocer qué implicará la decisión en términos de las obligaciones que tiene el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) ante los tenedores de los bonos.
GGA