Los 100 miembros de la familia que controla Cargill, recolectaron los cheques de dividendos más grandes en años, después de que se beneficiaron con la venta de carne, granos e ingredientes para alimentos.
La compañía con sede en Estados Unidos (EU) pagó 551 millones de dólares (mdd) en dividendos a los accionistas en el año fiscal que terminó el pasado 31 de mayo, 29% más en comparación con el año anterior y la mayor cantidad desde 2011, de acuerdo con los estados financieros de la empresa, que pudo corroborar el Financial Times.
Las cifras ofrecen un vistazo poco común sobre el desempeño de Cargill bajo la gestión de su director ejecutivo, David MacLennan, quien asumió el cargo en 2013 con el compromiso de mejorar los rendimientos y la rentabilidad.
Cargill es la compañía privada estadounidense más grande por ingresos y desempeña un papel central en el suministro mundial de alimentos, nueve millones de toneladas de materias primas agrícolas en todo el mundo. Alrededor de 90% de sus acciones ordinarias son propiedad de los miembros de las familias Cargill y MacMillan, descendientes del hombre que fundó la compañía en 1865.
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En los últimos años, MacLennan reestructuró la dirección y llevó una extensa serie de acuerdos para centrarse en las operaciones de alimentos y productos agrícolas en los que Cargill compite mejor.
Los movimientos rindieron frutos en las ganancias operativas ajustadas, que superaron 3,000 mdd en cada uno de los últimos dos años, los niveles más altos desde que la compañía todavía tenía una participación mayoritaria en Mosaic, un gran proveedor de fertilizantes. Los dividendos de Cargill se calculan con base en las utilidades de los dos años anteriores.
Los principales competidores de Cargill incluyen a Archer Daniels Midland y Bunge, ambas empresas cotizan en la Bolsa de valores de Nueva York; Glencore que opera en Londres, y Louis Dreyfus de propiedad privada. El sector batalló durante la mayor parte de la última década.
Louis Dreyfus, que controla la multimillonaria Margarita Louis-Dreyfus, el año pasado no pagó dividendos después de registrar una caída de 16% en las ganancias de las operaciones continuas, mientras luchaba contra las duras condiciones del mercado.
Los pagos de dividendos de Cargill históricamente fueron modestos en relación con las utilidades, dando espacio a invertir sin tener que recurrir a los mercados de capitales o dañar su calificación de deuda tipo A.
“Creo que para los miembros de la familia Cargill, o al menos para el consejo de administración, el énfasis puede estar en el crecimiento en comparación con el ingreso”, dice John Rogers, analista de deuda de Moody's.
La compañía dijo: “Reportamos nuestras finanzas de forma trimestral. Estamos orgullosos de que nuestros propietarios reinvierten en la empresa un promedio de 80% de nuestro flujo de efectivo operativo anual, lo que refleja su compromiso con nuestro propósito de alimentar al mundo”.
El Dato.90%
de sus acciones ordinarias son propiedad de los miembros de las familias Cargill y MacMillan.
En 2018, la división de nutrición y proteína animal de la compañía obtuvo 1,600 mdd en ganancias operativas ajustadas, 17% más en comparación con el año anterior, “encabezadas por los excelentes resultados de la carne de res en Norteamérica”, ya que la compañía pudo satisfacer la creciente demanda en un momento de caída de los precios del ganado.
La principal división de comercialización de granos de Cargill, también subió 17% el año pasado, a más de 700 mdd.
“La combinación de una cosecha afectada por la sequía en Argentina y las tensiones comerciales del gobierno revivieron la volatilidad del mercado , que condujo a mejores márgenes de molienda de soya, un sólido origen de granos en EU y oportunidades comerciales”, se lee en el documento.