El decreto propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador para cerrar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a las operaciones de carga tendría para la empresa de logística Estafeta un costo de 100 millones 500 mil pesos, para trasladar sus operaciones a un aeropuerto alterno.
En los comentarios emitidos en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), Estafeta desglosó algunos costos que tendría que asumir en caso de que se haga efectivo el decreto del Ejecutivo.
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La empresa indicó que estos costos se calcularon considerando un plazo mayor al de 90 días hábiles que contempla el anteproyecto de decreto de referencia.
Estafeta dijo que para poder reubicar sus operaciones requiere instalaciones para la infraestructura operativa de intercambio y clasificación de envíos. La superficie de la nave debe tener, por lo menos, una superficie similar a la que ocupa en el AICM.
"Considerando que esa nave estuviera disponible para renta en otro aeropuerto, Estafeta tendría que incurrir en un costo mensual por el arrendamiento respectivo que afectaría el costo de la operación cotidiana, lo que a su vez incrementaría el costo del servicio para el consumidor fina", refirió.
Añadió que hoy en día no existen instalaciones que cumplan con las características requeridas por la empresa, y en caso de construir implicaría un costo de, por lo menos, 35 millones de pesos.
Además, tendría que instalar infraestructura operativa diseñada y fabricada específicamente para el nuevo espacio, con un costo estimado desde el diseño hasta su instalación, sería de aproximadamente 20 millones de pesos.
"Desmontar la infraestructura que hoy se tiene en el AICM para ser instalada en un aeropuerto diverso como puede ser el AIFA, supone la suspensión de los servicios de entregas y recolecciones de envíos durante por lo menos un mes y medio y con ello el incumplimiento de compromisos contractuales y la afectación de los usuarios del servicio de mensajería", añadió.
Entre otros puntos, la compañía dijo que tendría que compensar la distancia entre aeropuertos hacia los centros de distribución, adicionando en promedio 40 vehículos de última milla, con un costo de un millón de pesos cada uno.
"La operación de esa nueva flotilla, una vez adquirida, implicará un costo adicional de 3 millones de pesos mensuales de costos operativos. Como, por ejemplo, costos de gasolina, peaje y mantenimiento, entre otros", abundó.
Agregó que en los costos mencionados faltaría incluir el tema relativo a la seguridad de todas la unidades de transporte que llegarían y saldrían de aeropuertos alternativos como podría ser el AIFA. "En relación con este punto, debe precisarse que éstas deberán transitar sobre la Autopista Arco Norte, la cuál presenta cifras alarmantes que tiene problemas de seguridad".
AMP