El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Maderera (Canainma) en el Estado de México, Marco Antonio Ruíz Ruíz, indicó que a la fecha han proliferado los negocios de tarimas o palets de madera, sin embargo, lo más importante es que estén debidamente certificados por organismos internaciones como el de Consejos de Administración Forestal, que garantizan que la madera que se vende tiene una procedencia legal.
En el sector maderero -explicó- hay una diversidad de rubros especializados, ya sea en el cuidado de los bosques, los aserraderos y aquellos que se dedican a la transformación como los fabricantes de tarimas, los cuales solo representan 10 por ciento del total de negocios madereros que hay en el Estado de México, y en muchos casos no están certificados.
En la actualidad -detalló- hay empresas como Bimbo, que compran tarimas 100 por ciento certificadas para favorecer a los bosques nacionales y minimizar la entrada de madera extranjera.
"Cuando compran la tarima hacen que recorra todos los estados del país y al final regresan a los Centro de Distribución (CEDIS), donde se hace el embalaje de los productos, y las reparan. Las empresas social y ambientalmente responsables hacen un buen trabajo de reutilizar y reciclar", dijo.
Empero hay otros comercios que blindan el uso de las tarimas de un solo uso con las tarimas de reciclaje o el cambio de piezas cada vez que sea necesario. "Las de plástico son de materiales reciclados y cumplen la misma función, además de que se utilizan más de una vez, lo cual representa un área de oportunidad".
El tiempo de vida de una tarima en buenas condiciones -destacó- no pasa más allá de un año, pues la madera, independientemente de su forma, sigue absorbiendo y liberando humedad, pero con el paso del tiempo se va haciendo más quebradiza, sobre todo, cuando le pega el sol directamente, por eso no aguantan tanto.
"Muchas de las tarimas de un solo uso cuando se dañan las desechan, sin embargo, a veces solo con el cambio de algunas piezas quedan y pueden volver a usarse sin problema", dijo.
Deben pasar ciertas pruebas
El también presidente del Consejo Supremo por la Unificación de los Pueblos Indígenas, recalcó que para garantizar su buen funcionamiento es necesario que cuenten con pruebas físicas, dinámicas y estáticas, y cuyo uso no rebase los seis meses. Una vez cumplen con su cometido generalmente se deshacen y se venden por kilo como leña para negocios de tortillas, pollos rostizados, porque no más barata que el gas.
"Nosotros vamos a las comunidades más vulnerables y les entregamos estas tarimas a los jefes supremos para que repartan la leña que requiera la población para autoconsumo y eviten acudir a los montes a cortar los árboles. Estas acciones son positivas porque en tiempo de frío está madera se aprovecha muy bien", declaró.
Ante las afectaciones que cada año dejan los incendios a los bosques y la pérdida de masa forestal -destacó- es indispensable dar valor agregado al desperdicio industrial, especialmente, porque en el territorio mexiquense los niveles de contaminación, de todo tipo, son muy altas. "Todos tenemos que subir fuerzas, desde los tres niveles de gobierno, la industria y la sociedad, por ello cualquier acción que minimice el desperdicio es bienvenida".
PNMO