En 1976 nació Torciditos, la primera versión de Cheetos, una marca con la que Sabritas quería dominar el mercado de frituras. Una década después nació Chester, la mascota emblemática que hoy dice adiós a los consumidores mexicanos.
Cheetos es una botana hecha con base de granos de maíz molidos, sometidos a alta presión lo que le da una forma peculiar; también son cocinados a altas temperaturas que dan como resultado una textura crujiente, que es condimentada con queso y una mezcla de chiles.
La mascota original de la marca fue el ratón Cheetos, mismo que nació en 1971 y desapareció ocho años después. En 1986 Brad Morgan, director creativo de la agencia publicitaria DDB Worldwide, diseñó el personaje que hasta hoy representaba a la marca de frituras.
Chester es un guepardo o chita que un año después comenzó a protagonizar comerciales de la marca. La animación original de éste se encontraba conformada por 24 fotogramas y fue realizada por Richard Wiliams.
De acuerdo con la investigadora de mercados Euromonitor International, en 2020 el valor del mercado de bocadillos salados (que incluye papas fritas, palomitas de maíz, pretzels, entre otras) tenía un valor por 4 mil 410 millones de dólares.
Como otros personajes longevos, Chester tuvo modificaciones en su historia: en 1994, 1997, 2000, 2007 y 2016 hubo una notoria transformación en la animación del personaje.
¿Por qué se va?
A través de sus redes sociales Cheetos anunció su cambio de imagen en la cual ya no se incluye al guepardo. La razón es la próxima entrada en vigor de la segunda fase de las modificaciones a la NOM-51, relacionada con el etiquetado frontal de advertencia para alimentos y bebidas no alcohólicas, el próximo 21 de abril.
La nueva regulación para los productos preenvasados sostiene que aquellas marcas que contengan al menos un sello de advertencia en su empaque no podrán hacer uso de personajes infantiles, dibujos animados, animaciones, celebridades, deportistas o mascotas elementos interactivos, descargas digitales, que estando dirigido a niños, inciten, promuevan o fomenten el consumo, compra o elección de productos con exceso de calorías.
De acuerdo con la radiografía de Cheetos, elaborada por El Poder del Consumidor, la marca es un producto de harina refinada, con grasa, colorantes químicos y sales. De una bolsa de 48 gramos, 35 por ciento de la grasa total es saturada.
“Contiene colorantes derivados del petróleo que afectan la conducta de niños y niñas; contiene glutamato monosódico, que recomendamos evitar en la mayor medida posible”, advierte la asociación.
MRA