Las compañías farmacéuticas están un poco más aisladas de los choques de la cadena de suministro que otras industrias; sin embargo, los ataques cibernéticos y las disputas comerciales crean el mayor riesgo de interrupción de la cadena de suministro, dijo en un reporte McKinsey.
El análisis refiere que la industria generalmente tienen niveles de inventario más altos, pero eso no puede protegerlas de todo, y McKinsey Global Institute estima que la industria farmacéutica perderá un promedio de 24 por ciento de sus utilidades anuales antes del Ebitda por década.
"La industria farmacéutica está algo protegida por un alto inventario y los bajos costos incurridos en la producción (...). Las disputas comerciales representan una amenaza debido a los altos niveles de comercio internacional de la industria y la presión constante para reubicar partes de la cadena de suministro por razones económicas y de otro tipo".
La consultora explicó que aunque la cadena de suministro farmacéutica es más global que las de otras industrias, las empresas a menudo obtienen materiales críticos de una sola región, lo que los pone en riesgo de escasez durante desastres naturales y conflictos locales.
La firma agregó que 40 por ciento del comercio farmacéutico se produce dentro de una región en particular, mientras que el promedio es del 50 por ciento para otras industrias. Cómo ejemplo, 86 por ciento de la estreptomicina que se vende en América del Norte y 96 por ciento del cloranfenicol que se vende en la Unión Europea proviene de China.
Mckinsey dijo que las empresas pueden reducir su exposición a fuentes únicas y otros riesgos de la cadena de suministro diversificando dónde compran materiales, pudiendo volver a la producción nacional, cerca de la costa del suministro o en alta mar a nuevas ubicaciones.
srgs