El cierre de calles que determinó el Ayuntamiento de Puebla en las inmediaciones del zócalo de la capital del estado para evitar aglomeraciones durante las festividades de Día de Muertos, así como la crisis económicas a causa de la pandemia por coronavirus, frustró las expectativas de ventas que tenían negocios y restaurantes ubicados en la zona del centro histórico y periferia de la ciudad.
Olga Méndez Juárez, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), destacó que el cierre de las calles en el primer cuadro de la ciudad “fue una pésima decisión del Ayuntamiento, sobre todo que no consultan para poder tomar decisiones efectivas”.
El gobierno capitalino restringió desde el 31 de octubre el paso vehicular en los tramos: avenida Reforma con 3 Norte; avenida 16 de Septiembre con 3 Poniente; avenida Juan de Palafox y Mendoza con 2 Norte-Sur, así como la Calle 5 de Mayo con 2 Oriente y la avenida 2 Sur con 3 Oriente e instaló e cercos sanitarios en los portales del zócalo de la ciudad para evitar aglomeraciones
El gasto promedio por familias para esta temporada del año se esperaba en 500 pesos, para la compra en panaderías, florerías y veladoras, así como el consumo en restaurantes, pero el consumo fue menor.
Consultado por MILENIO Puebla, José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, comentó que los negocios dedicados a la venta de productos para las celebraciones de Todos Santos y Fieles Difuntos apenas alcanzaron un repunte de 10 por ciento, es decir, la mitad del 20 por ciento que tenían previsto.
Aunque se esperaba que este año 2020 habría bajas ventas por el cierre de panteones y falta de eventos masivos a causa de la pandemia de coronavirus, el empresario comentó que la situación económica en esta temporada se agudizó para los comercios formales.
Cuestionó que el gobierno capitalino determinara el cierre de calles sin consultar a los establecimientos para la toma de decisiones en cuanto a operatividad comercial, pues se redujo el paso peatonal y el consumo en una temporada en la que esperaban reactivarse.
“Lamentablemente las ventas siguen muy bajas y con las acciones del ayuntamiento de cerrar el paso al primer cuadro de la ciudad, no se cumplió con lo esperado y solo aumentó un poco menos de 10 por ciento”, señaló.
AFM