'Cláusula de cerveza' pone en riesgo a 'pubs'

Los dueños de bares quieren comprar la bebida en el mercado libre, pero las grandes empresas se oponen.

El Flying Horse de Londres.
Roger Blitz
Londres /

Las cadenas de pubs advierten que se perderán miles de empleos y habrá cierres, mientras hacen campaña después de que los miembros del Parlamento (MP) se deleitan por el final de un oligopolio de cientos de años.

Si el sistema de casi 400 años que une a los propietarios de bares británicos a las cadenas de pubs desaparece, no lo hará sin que los dueños den una pelea digna de las riñas de taberna más sangrientas.

Amigos y enemigos de la cláusula de cerveza pelean unos y otros mientras digieren las implicaciones de un voto sorpresivo emitido el martes por la noche por los MP que permite a los propietarios de pubs comprar cerveza de cualquier proveedor que les plazca. Las rentas que pagan a las cadenas de pubs deben empatarse con el mercado.

Cadenas de pubs como Enterprise Inns y Punch Taverns —conocidas como pubcos— fueron tomadas por sorpresa y ahora dicen que cerrarían miles de pubs y se perderían puestos de trabajo.

Los MP triunfantes los acusaron de exagerados y de tratar de proteger un sistema anticompetitivo.

El quid de la cuestión es: ¿el pub es una institución británica, pero que a menudo lucha por tener ganancias, suficientemente fuertes para enfrentar las fuerzas del mercado, o requiere de un sistema oligopólico como la cláusula de cerveza para su protección?

Casi un tercio de los 48 mil pubs de Reino Unido son franquiciados por los pubcos a propietarios de bares individuales. Enterprise domina el mercado, con 5 mil 350 pubs, y Punch, con 4 mil.

Ellos argumentan que convertirse en un arrendatario es una manera de bajo costo para que los que quieren ser propietarios de un bar puedan iniciarse en el negocio de los pubs, y que se les obligará a aumentar las rentas si la cláusula de cerveza es desechada.

El sistema funciona para los pubcos porque pueden aplicar economías de escala para comprar cerveza, sabiendo que sus arrendatarios por contrato están comprometidos a comprar sus existencias de bebidas con ellos.

En 2010, la Oficina de Comercio Justo concluyó que los arrendatarios estaban pagando mucho más por sus existencias de bebida que en el mercado abierto. Los arrendatarios también han enviado muchas cartas a los miembros del Parlamento con quejas sobre los niveles de alquiler de los pubcos.

Un mercado libre para la compra de bebidas afectaría el ingreso de los pubcos y, por lo tanto, su valor en el mercado bursátil. "En la mayoría de los casos, los pubcos son valuados en un múltiplo del ingreso. Si el ingreso disminuye, la valoración baja", dice Jeffrey Harwood, analista de Oriel Securities.

Greg Mulholland, MP liberal demócrata, quien durante años ha hecho campaña para terminar el oligopolio de los pubs, dice que la revuelta es culpa de la misma industria.

Culpó a los "chicos de la City" que construyeron los pubcos modernos a partir de las cervecerías tradicionales después de que el gobierno de Margaret Thatcher los obligó a vender a bajo precio las propiedades de los pubs. Los pubcos pidieron prestadas grandes cantidades para adquirir los pubs y se despegaron de la recesión. "La dura, fría realidad de su modelo de negocio es que es completamente insostenible", dijo.

Apenas la semana pasada Punch terminó una batalla de dos años para reestructurar su deuda, que alguna vez fue de 5 mil millones de libras, pero que ahora es de 1.5 mil millones. El principal activo de la compañía son las propiedades, con un valor de 2.2 mil millones de libras, así que apenas podrían soportar un golpe a su valuación.

Los analistas de la industria de los pubs creen que los pubcos detendrán su inversión —como en el caso de Enterprise, de alrededor de 66 millones de libras este año— y el apoyo discrecional para sus arrendatarios.

También advirtieron que las pequeñas cervecerías podrían sufrir, porque, aunque pueden ganar nuevos clientes, también podrían perder los acuerdos de distribución a gran escala que tienen con Enterprise y Punch. "Si tienen que entregar un barril aquí y otro allá, el costo de distribución los podría matar", dice Nigel Parson, analista de Cannacord.

La pelea sobre la cláusula de cerveza llama la atención, pero la verdadera batalla se da entre pubs operados por profesionales y los pubs arrendados. Ahora que se bebe menos cerveza y se comen más alimentos, el impacto caería desproporcionadamente en los pubs franquiciados, dice Parsons de Cannacord.

"Los pubs arrendados están en riesgo", dice. "No son lo suficientemente buenos para ser administrados profesionalmente".

Los propietarios descorchan reclamos

Los márgenes en los pubs obligados a comprar materia prima a las cadenas (vinculados) no son lo suficientemente grandes como para que valgan la pena, dice Faye Mossahebi, quien maneja The Ship en Eastbourne. Ella es una propietaria que solo paga el alquiler del bar, sin tener que comprar bebidas a ningún pubco. Y después de haber manejado un pub vinculado en el pasado, dice que nunca volverá a hacerlo.

Pero manejar un pub no siempre se ha tratado de ganar dinero, añade. "La gente tenía un pub para tener pan y techo".

Chris Lindesay, quien coordina el Punch Tenant Network y maneja The Sun Inn, un pub vinculado a Punch Taverns, en Dunsfold, Surrey, dice que un inconveniente en la cláusula de cerveza es no poder seguir las tendencias. "Hay una enorme explosión de cervezas artesanales y no es fácil el acceso a ellas", dijo.

El problema no es solo la obligación de abastecerse con ciertas cervezas, también es el precio que los propietarios tienen que pagar.

El Eagle Ale House en Battersea, Londres, es "un bar de callejón en el estricto sentido de la palabra", de acuerdo con su propietario, Simon Clarke. Ha manejado el pub vinculado con Enterprise Inn desde hace nueve años.

El problema con el modelo vinculado, para él, es que lo deja con poco dinero después de haber pagado la renta y el suministro. "Si yo le pagara a alguien un salario mínimo para hacer mi trabajo, estaría ganando mucho más dinero que yo". (Kadhim Shubber)


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