Las reformas constitucionales que empujó el actual Gobierno federal y la victoria de Morena en las elecciones de junio son algunas de las variables que movieron el clima político en el país, uno de los factores que influyó en la depreciación del peso, según el Banco de Pagos Internacionales (BIS por su sigla en inglés).
“El peso mexicano se depreció en junio, tras el sorprendente margen de victoria del partido gobernante, y en agosto se depreció aún más, debido a la magnitud de las anunciadas reformas constitucionales y legales”, expuso en su reporte trimestral la institución que encabeza Agustin Carstens.
Puntualizó que esta situación no fue solo en México, diversos países emergentes también fueron afectados por su política interna.
Ejemplificó que la moneda oficial de Tailandia también cayó por los problemas fiscales generados por el cambio de gobierno, así como la desaceleración del crecimiento interno pegó a la economía China.
“El debilitamiento de las perspectivas de crecimiento y la incertidumbre política en algunos países también generaron vientos en contra, lo que llevó a algunos bancos centrales a flexibilizar su postura política”, explicó.
Otro factor que causó la depreciación del peso mexicano fueron las operaciones de carry trade (operaciones al contado) de las diferentes divisas, se realizaron en medio un ambiente de incertidumbre lo que generó que las tasas de cambio y que los flujos de interés tuvieran una mayor volatilidad.
“Estas fluctuaciones fueron grandes, pero no descomunales en comparación con las caídas anteriores de las operaciones de carry trade, y la volatilidad de los mercados de divisas no aumentó tanto como la de los mercados de valores”, indicó.
Explicó que las operaciones de este tipo piden prestado a las divisas con tipo de interés bajo con el fin de invertir en monedas que dan un mayor rendimiento, por lo que la desinversión causó una apreciación pronunciada en algunas monedas como el yen, de Japón, y que ocasionó una depreciación en el peso mexicano al no invertir en él.