El pasado 30 de marzo, el Comité Interinstitucional en el que participan la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), informó que aprobó la operación y organización de seis nuevas fintechs.
Mediante un comunicado señalaron que la decisión fue tomada en colaboración de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico)
De acuerdo con la Comisión, dos son Instituciones de Financiamiento Colectivo (IFC) y dos Instituciones de Fondo de Pago Electrónico (IFPE).
Las dos restantes también son IFC que ya operaban en términos de lo establecido por la Disposición Octava Transitoria de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera.
Además precisó que 56 por ciento de las autorizaciones para la operación y funcionamiento de este tipo de Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) fueron aprobadas durante la administración del presidente de la CNBV, Jesús de la Fuente Rodríguez.
Con la adhesión de estas nueve seis fintechs ascendería a 55 las firmas con autorización definitiva, por lo que sería mayor al de otros sectores como el bancario o el de las Sociedades Financieras Populares.
Pero según información de Finnovista, México arrancó 2023 con 650 empresas identificadas en el ecosistema Fintech (no necesariamente bajo el sistema de CNBV) y tienen expectativas positivas por parte de los emprendedores, quienes esperan superar el crecimiento en ventas del 2021 y 2022.
Este conjunto de empresas representa un incremento de 26 por ciento con respecto a las 512 Fintech identificadas en 2021. Cabe destacar que se trata de uno de los mayores incrementos interanuales pues prácticamente duplicó el crecimiento registrado entre 2020 y 2021 (16 por ciento).
Los segmentos en que se sumaron la mayor cantidad de nuevas empresas fueron Lending con 42 unidades económicas, Enterprise Technologies for Financial Institutions con 40 y Payments and Remittances con 27.
A pesar de que la gran mayoría de las Fintech sigue en el rango de ingresos de menos de 500 mil dólares anuales, este porcentaje decrece año con año. El número de empresas en el rango mínimo de ingresos era de 80 por ciento en 2020, mientras que para 2022 esa proporción disminuyó a 50 por ciento.