Las latas de Coca-Cola subieron de precio, los automóviles van al alza y hasta los post-it son más costosos ahora que las empresas estadunidenses empezaron a pasar a los consumidores los costos de la guerra comercial lanzada por Donald Trump.
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Firmas de Estados Unidos se preparan para un alza de precios tras la publicación de los resultados del segundo trimestre, y pretenden proteger sus márgenes frente a la escalada de los precios del acero y del aluminio, que aumentó los costos de fabricación de los productos.
"Es perturbador para nosotros. Es perturbador para nuestros clientes", pero es "necesario", justificó James Quincey, director ejecutivo de Coca-Cola, que aumentó sus precios a inicios de mes.
Los aranceles "son una de las razones que nos impulsaron a mediados del año a anunciar un alza de precios", se defendió el ejecutivo en una entrevista con el canal de televisiónCNBC.
Esos aranceles, seguidos por las represalias de China, la Unión Europea, Canadá y México, afectan la actividad de embotellamiento (plástico, resina) y el transporte.
"A corto plazo, va a haber cierto impacto para los consumidores", advirtió por su parte Deborah Thomas, directora financiera de Hasbro.
Hasbro, que se especializa en juegos de mesa, está en conversaciones con sus proveedores y distribuidores sobre un aumento de precios que podría producirse durante el crucial periodo de las fiestas navideñas.
Los nuevos aranceles afectan a las empresas de dos maneras. Por un lado, aumentan los costos de las materias primas y los materiales importados. Y por otro, incrementan los costos para sus clientes en los mercados de exportación.
Los derechos de aduana llegan en un momento en que las empresas estadunidenses enfrentan un dólar fuerte que obstaculiza sus exportaciones y la caída de las monedas de mercados emergentes, lo que reduce los beneficios en estas regiones.
Las grandes automotrices de Detroit (General Motors, Ford, Fiat Chrysler) revisaron a la baja sus expectativas para 2018, citando los nuevos aranceles, en la peor sesión bursátil de sus acciones desde la bancarrota de GM y de Fiat Chrysler en 2009.
General Motors calculó la factura del alza de los precios del aluminio y del acero -que representan más de la mitad de los componentes de un automóvil- en más de mil millones de dólares en 2018.
"Vamos a recuperar ese déficit aumentando los precios", advirtió Chuck Stevens, director financiero de GM, al explicar que es una de las pocas formas que el constructor tiene para seguir siendo "competitivo".
Por su parte, Nicholas Gangestad, director financiero del conglomerado industrial 3M, que fabrica notas post-it, cintas adhesivas y otros productos en más de 60 países de todo el mundo dijo que se preparan "para cambiar nuestras fuentes de suministro".
La empresa, que recientemente aumentó sus precios, no excluye subidas adicionales.
Los productores de whisky, de bourbon, el fabricante de las motocicletas Harley-Davidson -productos golpeados por los impuestos punitivos de la Unión Europea- también han informado de sus dificultades.
GGA