La industria mexicana día a día hace su conversión hacia la digitalización, es decir, la industria 4.0, y es algo que ya no se puede preparar “es un ferrocarril a toda velocidad” y el mayor reto es la educación, preparar a los profesionistas para tener mano de obra capacitada, apuntó Francisco Cervantes, presidente de Concamin.
La más alta preocupación y ocupación es la capacitación, por ello la industria trabaja con la academia de la mano para contar con profesionistas y mano de obra especializada, “estamos tratando de poner en los mismos rieles a la clase trabajadora”.
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En su participación en la “Cumbre 1000 empresas más importantes de México”, comentó que México puede aprovechar esta ola de innovación, pero sobre todo tiene que ir por el reacomodo comercial en nivel mundial, el cual se observa en Europa, América y Asia.
Tras el cierre de la industria por la pandemia de covid-19, el presidente de Concamin, refirió que se tuvo una afectación para cumplir con las cadenas de suministro y los tratados comerciales, como el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC); sin embargo, la recuperación ha sido lenta, no se trabaja al 100 por ciento.
Alejandro Malagón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), comentó que con la red de tratados comerciales que tiene México y la vecindad con Estados Unidos existe la oportunidad de que México se convierta en el hub para las exportaciones.
Guillermo Funes, expresidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), anticipó que el proceso de digitalización será intenso “va a permear a toda la sociedad y al sector manufacturero profundamente, es la esencia de la industria 4.0” y en la medida que digitalícese la operación, se disminuyen los costos de operación y se incrementa la eficiencia, agregó.
lvm