Cada vez es menos la demanda de albercas inflables, que para este verano se llegaron a importar menos, por una mayor conciencia ambiental, según expertos.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), entre enero y abril de este año ingresaron al país 3.1 millones de unidades de distintos tamaños, eso incluye las muy pequeñas para uso infantil, cifra 26 por ciento menor a lo reportado en igual lapso de 2023.
Incluso esta cantidad es 84 por ciento menos de lo que llegó a distribuirse en México durante 2020, el año de la pandemia, cuando hubo un repunte en su demanda ante el encierro y se trajeron más de 20 millones.
“La eliminación de piscinas inflables al aire libre viejas o dañadas presenta desafíos ambientales. A medida que los consumidores se vuelven más conscientes del medio ambiente limitan su compra; la industria puede enfrentar presión para desarrollar soluciones sustentables y ecológicas”, expuso en un estudio la consultora Verified Market Reports.
Otro reto que detectaron es el cumplimiento de estrictos estándares de seguridad y calidad impuestos por los organismos reguladores del país. El cumplimiento de estas regulaciones añade costos operativos y puede limitar la presencia en el mercado de ciertos actores.
Uso eficiente de agua
El costo de mantener una alberca fija, de acuerdo a firmas dedicadas a su construcción, puede rondar los 34 mil pesos anuales, dependiendo el tamaño y el tipo de limpieza que se requiera, pero uno de los insumos esenciales es el agua que utiliza, siendo este también la clave para bajar el gasto, de acuerdo con Spin Group.
Aron Cuevas, coordinador nacional de mercadotecnia de grupo Spin y promotor de Aqua Forum, detalló a MILENIO se puede ahorrar hasta 40 por ciento de los gastos de inversión mensual de mantenimiento, si se eficienta su uso de agua.
Destacó que el equipo adecuado para el tratamiento del agua de una alberca personal, esta puede cambiarse solo una vez y no cada 15 días como normalmente pasa. Además expuso que aún cuando este tipo de equipos no es barato, el retorno de inversión es más rápido.
“Con que se llene una vez podría ser capaz de su uso y posteriormente desecharla en otro tipo de actividades (...) los productos que se ocupan en albercas son más concentrados y por eso la parte de la potabilización puede ser más complicada, eso no quita que no se pueda reusar el desecho de estas aguas de manera inteligente”, afirmó.
Recordó que el agua de las albercas debe de ser tratada de tal forma para el cuidado y sanidad de las personas,
"Cuando tu tratas una piscina, la cantidad de químico que requieres debe de ser amplia y hay una inversión correspondiente, pero si no se conoce alguna de las muchas medidas se está tirando el agua hacia la coladera y estas tirando esos químicos (...) si logras esta parte tendrias ahorros mensuales importantes (...) normalmente hablamos de un 30 o 40 por ciento de ahorro económico", afirmó.
Puso como ejemplo que una alberca de clases de natación que no tiene este tipo de acciones cuesta alrededor de 70 mil pesos mensuales su mantenimiento, pero al tener la necesidad de cambiar el agua constantemente y volverla a tratar el costo llegaría a subir hasta los 90 mil pesos al mes.
GESM