El alto nivel de inflación que se registran en México ya refleja el impacto que provoca la invasión de Rusia a Ucrania, confirmó la directora de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa, Jessica Roldán.
En entrevista con MILENIO, Roldán destacó que los precios de los alimentos como tortilla, pan y refrescos van al alza debido a que está impactando en la inflación subyacente (la que excluye precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos).
El viernes pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en la primera quincena de abril de 2022 la inflación general anual fue de 7.72 por ciento, el nivel más alto en 21 años, mientras que la subyacente registró una tasa anual de 7.16 por ciento, con lo que suman 16 quincenas de aumentos continuos.
Comentó que el alza ya se veía un poco en el dato de marzo, pues si bien aún persiste el impacto del desabasto en las cadenas de suministro, provocado por la pandemia, ahora se ven las consecuencia del aumento en precios de materias primas, a raíz del conflicto bélico.
La directora de análisis económico agregó que el alza en el precio de los energéticos también está empezando a generar incrementos en los costos, ya sea de procesamiento de los alimentos, o de su transporte, así que los datos sí sugieren ya un claro impacto del conflicto.
Para que la inflación disminuya, mencionó Roldán, debe terminar la guerra en Ucrania, pero también tienen que normalizarse los procesos de producción y de transporte, y esto depende de un mayor control de la emergencia sanitaria.
En este contexto estima que el Banco de México, que tiene el mandato de mantener la inflación baja y estable, seguirá incrementando su tasa de interés de referencia para terminar el año en 8.5 por ciento (actualmente está en 6.5 por ciento), para evitar que los precios se sigan elevando.
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