El sector constructor y su caída durante el último año a raíz de la pandemia por el covid-19 se reflejó en las fianzas las cuales se redujeron un 20 por ciento, debido a la falta de proyectos de infraestructura tanto con recursos públicos como privados, señaló la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac).
El presidente nacional Alejandro Sobera Biótegui, destacó que el impacto mostrado por la emergencia de salud en varios ramos productivos de México, tuvo efectos en cadena para otras actividades, como pasó con las compañías afianzadoras pues a través de la referida industria tienen mayor movilidad de forma anual.
Cabe señalar que de acuerdo a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), durante el 2020 bajó 15 por ciento su PIB del rubro en general, derivado por las restricciones de las autoridades federales y estatales para la edificación de obras, aunado a los proyectos postergados y otros cancelados.
“En el sector de las fianzas hay una reducción muy importante, la cual tuvo una caída del más de 20 por ciento. Es una situación totalmente distinta a los seguros, pues las empresas que otorgan contratos para obras de construcción reportan una baja ante la falta de proyectos y esto les afecta”, indicó el directivo.
Dentro de este proceso, el cobro depende del convenio y significa un porcentaje del valor de la obra, a veces pequeño y se signa entre los involucrados para garantizar a quién contrata, que el constructor aplicó bien los recursos bien, la terminará en tiempo y con la calidad previamente establecida. También incluye para la comercialización, estableciendo una entrega del producto puesto en el papel.
“La disminución fue en todos los sentidos, tanto en el sector público y privado de la industria de la construcción. Recordemos que la industria le da una mayor vitalidad a la fianzas. Otra actividad es con las comercializadoras y así como la infraestructura le pegó, con los segundos pasó lo mismo”, expuso Sobera Biótegui.