La construcción en Tamaulipas presentó para las empresas en el ramo una ganancia de 13 mil 153 millones de pesos durante el 2021, aunque el monto fue 26.1 por ciento inferior a lo obtenido un año atrás, derivado de la poca actividad registrada por obra pública, siendo los proyectos de la iniciativa privada los causantes de los ingresos.
El Centro de Estudios Económicos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) informó que a pesar de la reactivación de las compañías tras el paro por la pandemia del covid-19, los montos obtenidos fueron menores en el lapso de enero a diciembre, a diferencia de lo registrado un año atrás.
“Ese valor de producción de las empresas constructoras acumulado durante todo el 2021 en Tamaulipas ascendió a los 13 mil 153 millones de pesos corrientes, lo que implicó una reducción de 26.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2020”, indicó el centro evaluador de las finanzas de sus socios en todo el país.
En ese lapso, las obras contratadas por el sector público cayeron 55.8 por ciento, muy diferente en el rubro privado al avanzar 2.8 por ciento. Del monto final, el 70.2 por ciento de la infraestructura fue con inversión privada, que ascendió a 9 mil 239 millones de pesos, en tanto el restante 29.8 por ciento correspondió a la pública, es decir, 3 mil 914 millones de pesos.
Se sobrepone a contracción
Sobre este asunto, la CMIC indicó que las oportunidades de contratos privados para las constructoras se recuperaron, aun con la política de contracción del gasto público a nivel federal, el cual impactó de manera negativa en las obras públicas.
“El 2021 se midió en base a la velocidad del proceso de vacunación contra el covid-19, aunado a ello, la poca certidumbre en las inversiones nacionales y extranjeras que llegaron al estado, lo que ocasionó un proceso de recuperación económica lento”, apuntó.
Los factores que lastraron el repunte del sector, expuso la Cámara, fueron varios: la falta de inversión pública en estados donde no se llevan a cabo proyectos prioritarios, también la escasez de inversión privada y la tendencia a la alza en la inflación de los materiales utilizados para la construcción.