El gran golpe que significó la pandemia para la economía de México se reflejó en actividades como la panificación por el cierre de restaurantes, conciertos, festejos como los cumpleaños y cualquier actividad donde los alimentos se acompañan de un pan o pastel.
Pero en este 2022, aún cuando la invasión rusa a Ucrania disparó el precio del trigo a escala global y de sus derivados, los mexicanos también incrementaron su consumo de pan registrando el mayor aumento de los últimos cuatro años y el volumen más alto desde que tiene registros el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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Tan solo entre enero y agosto de este año reportaron la venta de 627 mil 645 toneladas de pan, pasteles y pastelitos, 3.1 por ciento más que en el mismo lapso del año pasado; esto contrasta con la subida de precios de estos productos que en promedio fue de 23.5 por ciento en los últimos 12 meses.
Luis Miguel Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), destacó que gran parte de estos resultados es por la reactivación de la movilidad en el país después del confinamiento por el covid, tanto así que esperan para el cierre de 2022 que las ventas de pan sean entre entre 15 y 20 por ciento más altas.
“Viendo que el covid está saliendo, y que la gente vuelve a realizar su actividad normal, todos esperamos que haya fiestas decembrinas; entonces, estamos calculando que tendremos un cierre de entre 15 y 20 por ciento más de ventas comparadas contra 2021, aún con la pandemia”, aseguró Martínez.
Bimbo, en su reporte financiero al tercer trimestre de 2022, destacó que en México los principales canales y categorías tuvieron un crecimiento de doble dígito en ventas por una mayor demanda de sus productos de panificación.
“Destacan los canales de conveniencia, retail y tradicional y las categorías de pan, bollería dulce, snack cakes, galletas y snacks, ya que hemos ganado participación de mercado en la mayoría de las categorías en las que estamos presentes”, contó Daniel Servitje, presidente y director general de la compañía.
Un análisis de Fortune Bussines Insights indica que actualmente los productos de panadería tienen una gran demanda debido a su comodidad y asequibilidad, con todo y el aumento por el precio elevado del trigo.
Además, afirman que es probable que la creciente demanda de alimentos envasados fáciles de cocinar y listos para comer impulse el mercado en los próximos años. “El aumento de la población de mujeres trabajadoras en los países en desarrollo está contribuyendo al aumento de la tasa de ventas de alimentos precocinados”, refieren.
Sabor agridulce
Aún con el incremento en la demanda, el elevado precio afecta las ganancias de las panaderías, tanto así que Carlos Otegui, propietario de Grupo MiPan, afirmó que se venderá poco más de 9 por ciento que lo registrado en 2021, “es decir, en cifra de ventas está bien, pero desgraciadamente por la invasión rusa, en el tema de utilidades es un año malo”.
“Estimamos que en dos años el trigo subió 70 por ciento, al igual la energía eléctrica se encareció más de 40 por ciento, el gas 30 por ciento, los salarios también más de 30 por ciento en dos años, entonces las cifras son altas, y al final cuando un panadero sube el pan es 50 centavos el dulce, 50 centavos el blanco, hablamos de subidas de 9 a 10 por ciento”, resaltó el ex presidente de Canainpa.
Expuso que la industria sacrificó sus ganancias, “y sí se nota en las ventas, no es un número nada malo arriba de 9 por ciento, pero a costa de las utilidades, y parece que aún no terminará la guerra, ni que bajarán los trigos, grasas, soya, palma, cremas y margarinas que se encarecen cuando sube un grano”.
“El incremento se puede explicar por la baja en la pandemia y más movimiento de la sociedad, salen más a trabajar, van a las escuelas, entonces las panaderías de barrio venden más, y se logran mejores cifras y ventas, y eso ha reactivado de mejor manera al sector”, concluyó.
El presidente actual de la Canainpa dijo que el costo del gas y gasolina hizo que las importaciones de insumos a México subieran más, así como las grasas que se usan para mantequillas y cremas; “esto nos obligó a incrementar los precios del pan, pasteles y fue un tema que debimos hacer”.
En materia de costos, Luis Miguel Martínez comentó que el aumento de precios lo “aguantaron” por mucho tiempo para no subir el del pan, pero “el problema ahora es que Rusia detuvo su exportación de trigo, eso nos pegará otra vez en la harina y a ver cómo quedan las tasas de interés en Estados Unidos para ver la inflación de México para 2023”.
“Esto marcará mucho a nuestros proveedores, nosotros dependemos de los incrementos de los proveedores, entonces si él logra mantener sus precios para el siguiente año, podríamos mantener el aumento de precio, pero si hay una inflación y con lo de Rusia, podríamos tener un aumento del precio del pan”, aseguró el dirigente empresarial de la industria panificadora.
AMP