El confinamiento a causa del covid-19 incrementó la demanda de productos para el descanso, lo que provocó una escasez en los insumos para la fabricación de colchones y un aumento de hasta 200 por ciento en costos.
De acuerdo con Sognare, marca propiedad de Inova, entre los materiales que escasean en el mercado destacan el poliol, la espuma y el acero, entre otros.
“Muchas de las grandes fábricas no tienen el abasto todavía para satisfacer la demanda de los productos a escala internacional, mientras esto no se estabilice, vamos a seguir teniendo temas de este tipo, pero creemos que para el segundo semestre del año va a estar equilibrada otra vez la industria”, dijo en entrevista con MILENIO Claudio Cervantes, director de la marca.
Cervantes explicó que durante todo 2020 la marca enfrentó problemas con la fabricación, centros de distribución y diferentes áreas operativas de la compañía por los cierres a causa de la pandemia.
“Llegamos a tener hasta un 60 por ciento de caída en ventas totales y estábamos en un problema en el primer y segundo trimestres del año”, afirmó el directivo.
La razón del desabasto en materias primas obedece a que 50 por ciento de los insumos de esta empresa son de importación, principalmente de Europa y Asia.
“Tuvimos problemas porque el mundo estaba cerrado, todas las industrias a escala mundial, principalmente plástico, empaques, con desabasto en el tema de cartón y algodón”, recordó.
Este comportamiento se dio de la mano de un aumento en la demanda de colchones. Para la marca, este producto tuvo un crecimiento de hasta ciento por ciento y hoy es la tercera división con mayores ingresos para la firma.
En términos generales, al cierre de 2020 Sognare tuvo un aumento de 17 por ciento en sus ventas.
En su estrategia, la empresa continuó manejando esfuerzos de publicidad tradicional, aunque también incrementó la participación de la publicidad digital.