Moody’s Investors Service alertó que si el coronavirus crece a proporciones pandémicas, los riesgos para la economía global serían graves y esto reduciría el optimismo que han dejado los ligeros signos de estabilización de la actividad mundial.
Por lo anterior, la agencia calificadora revisó a la baja sus pronósticos de crecimiento global en dos décimas de punto porcentual, y ahora espera que las economías del G-20 crezcan colectivamente a una tasa anual de 2.4 por ciento en 2020.
En un documento, el analista de Moody’s, Madhavi Bokil, explicó que en principio, el impacto del brote de coronavirus es para la economía de China, al reducir el gasto discrecional de los consumidores en transporte, comercio minorista, turismo y entretenimiento.
Pero, abundó, ya hay evidencia de que las cadenas de suministro están siendo interrumpidas, incluso fuera de China, además, el bloqueo prolongado en esta nación podría tener un impacto global dada la importancia y la interconexión del país asiático en la economía global.
En este sentido, la agencia indicó que el costo en la economía global sería severo si la tasa de infecciones no disminuye y el número de muertes continúa aumentando, pues las compañías globales que operan en las áreas afectadas enfrentarían pérdidas de producción como resultado del cierre prolongado de negocios y fábricas.
Añadió que las compañías que operan fuera de China, pero que dependen de los insumos del área afectada enfrentarían retrasos temporales en la producción; además, la propagación negativa también afectaría a países, sectores y empresas que obtienen ingresos o producen en China, o dependen de la demanda china.
En este contexto, la epidemia de coronavirus crea nuevos riesgos para las perspectivas de una incipiente estabilización del crecimiento global este año, luego de que se dio una tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y para los signos emergentes de un repunte en el sector industrial.
La agencia también revisó a la baja los pronósticos de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para China a 5.2 por ciento en 2020, y mantiene una expectativa de crecimiento de 5.7 por ciento en 2021.
Además, redujo las previsiones de crecimiento de Corea, Japón y Australia, mientras que para las economías avanzadas prácticamente no han cambiado y entre los países de mercados emergentes revisó materialmente a la baja las previsiones de crecimiento para India, México y Sudáfrica, pero por desafíos internos en lugar de los factores externos.
No obstante, Madhavi Bokil aclaró que dado que el virus continúa propagándose dentro de China y otras partes del mundo, aún es demasiado pronto para hacer una evaluación final del impacto en China y la economía global.
MRA