Por las señales de una aceleración en los casos de coronavirus que mantiene inquietos a los inversores, los precios del oro subieron este miércoles a un máximo de casi ocho años y las acciones mundiales comenzaron a perder fuerza.
Las dudas sobre la recuperación económica eran avivadas por reportes que mostraron que varios estados de Estados Unidos han visto un alza a récords de los contagios y de que la cifra de decesos en América Latina supera los 100 mil, según un recuento de Reuters.
El New York Times informó que la Unión Europea estaba preparada para vetar el ingreso de viajeros estadunidenses debido al aumento de casos, colocándolo en la misma categoría que Brasil y Rusia.
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Además, el economista jefe del Banco Central Europeo, Philip Lane, advirtió que la economía de la zona euro necesitaría mucho tiempo para recuperarse de la crisis inducida por la pandemia y que una serie de datos sólidos en los últimos días no era necesariamente una buena guía para la recuperación.
Washington considera aranceles a 3 mil 100 millones dólares en exportaciones provenientes de Gran Bretaña, Francia, España y Alemania, informó Bloomberg, citando un aviso publicado por la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos.
Todo eso y la reciente debilidad del dólar, junto con la interminable liquidez proporcionada por los bancos centrales, ayudaban a impulsar al oro un 0.6 por ciento a mil 777.53 dólares por onza, luego de que más temprano llegó a mil 779.06 dólares, máximo desde octubre de 2012.
Las acciones mundiales tenían una baja de 0.4 por ciento y han estado fluctuando en las últimas semanas. Se han recuperado más de un 40 por ciento desde sus mínimos de marzo por la esperanza de que lo peor de la pandemia haya pasado.
La ola de ventas en las plazas europeas se profundizaba. El STOXX 600 perdía un 1.6 por ciento, rumbo a su peor día en casi tres semanas.
El ánimo era bajo, pese a que la confianza empresarial alemana registró su mayor aumento en junio desde el inicio de los registros. Ifo dijo que la economía debería de volver al crecimiento en el tercer trimestre después de que la pandemia de coronavirus afectó la producción en la primavera boreal.
srgs