Reactivación de la economía pone a Nuevo León en una encrucijada

En Nuevo León, de acuerdo al último reporte del 23 de junio, el número de casos de covid-19 es de 7 mil 396, informó la Secretaría de Salud estatal.

Monterrey y su área metropolitana. Foto: Leonel Rocha.
Editorial Milenio
Monterrey /

Luego de la reapertura a la economía en el estado de Nuevo León se han duplicado los casos positivos y de fallecidos a causa del covid-19, lo que complica cada vez más el panorama para uno de los motores industriales del país.

Tras dos meses de paro en las actividades de buena parte del sector productivo, Nuevo León, que aporta el 7.5 por ciento del producto interior bruto (PIB) del país, arrancó su "nueva normalidad" el 1 de junio con 2 mil 898 casos y 116 fallecidos por coronavirus.

No obstante, tras la reapertura de comercio y servicios las cifras no han dejado de crecer, hoy Nuevo León acumula 7mil 58 diagnósticos positivos y 266 personas fallecidas. Siendo la zona más afectada su capital, Monterrey.

Las cifras ponen en entredicho la rápida reactivación en este estado en el que hoy se puede acudir a bares, restaurantes, centros comerciales y lugares públicos siguiendo medidas de prevención.

Nuevo León, dirigido por el político independiente Jaime Rodríguez Calderón, contrario al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ejemplifica la vía propia que han tomado algunas regiones frente a las recomendaciones de las autoridades federales de salud.


Pérdida de empleos agudiza la caída 


La economía de esta entidad podría caer un 6 por ciento este junio, según dijo este martes el secretario de Economía estatal, Roberto Russildi, quien alertó del impacto en el producto interno bruto (PIB) de la pandemia.

Y la situación se agrava con la pérdida de 85 mil empleos formales y un sector informal que verá fuertemente reducidos sus ingresos, agregó.

"Vemos que va a seguir avanzando (la pérdida de empleos) y por ello pensamos que la recuperación (económica) nos tome entre 2 y medio y 3 años. Si es que podemos controlar y pasar a la siguiente etapa, que es la de convivir con el contagio", afirmó.

Con 396 hospitalizaciones, la ocupación de camas de terapia intensiva en Nuevo León es del 40 por ciento y la de camas para pacientes covid-19 es de 24 por ciento, según los datos más recientes del Semáforo de los Indicadores de Salud, sobre el que se basan las decisiones de apertura económica de la región, a veces contrarias a la postura del Gobierno federal.

Aunque las cifras no son alarmantes, la realidad dibuja un panorama más complicado y desde hace semanas hospitales y clínicas han denunciado falta de insumos y un personal médico exhausto.

"Cada vez estamos peor, (hay) compañeros infectados, las camas están sobresaturadas, ya no hay ventiladores, y pues tienen que dar de alta a los pacientes que tienen otras enfermedades para poder hacer algunas áreas exclusivamente para covid", compartió a EFE una enfermera de un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del municipio de Apodaca.

Tras culminar una jornada de doble turno, la trabajadora sanitaria, que se identificó como Lorena, explicó también el peligro que corren: "En (medicina) interna, que es donde ya está saturado, todos dieron positivo y los mandaron a su casa, aunque hay dos compañeras que están malitas" y hospitalizadas.

En las afueras del Hospital Universitario, donde en mayo un brote ocasionó 42 contagios, decenas de familiares esperan recibir información y resultados de sus seres queridos y se agrupan bajo puentes y techos para protegerse del intenso sol.

El ambiente se repite en la Clínica 4 del IMSS, también en Monterrey, donde tras un mes de incertidumbre, Mayte espera la salida de su madre de 80 años, contagiada en el asilo de ancianos.

A finales de abril, las autoridades estatales impusieron restricciones en el transporte público que provocaron aglomeraciones y cosecharon muchas críticas entre la clase trabajadora.

Además, poco después los brotes se dispararon en asilos, hospitales, empresas en el Congreso local e incluso entre la policía estatal.

Estos antecedentes han llevado hoy al Gobierno estatal a ser más cuidadosos con la reapertura y, sobre todo, con las estimaciones sobre la evolución de la pandemia.

Tras dar a conocer un plan basado en buenas prácticas en busca de contener los contagios tras la reapertura económica, Russildi aseguró que "medir los contagios no es de fórmulas ni aritmética".

Por su parte, el secretario de Salud estatal, Manuel De la O, descartó hacer pronósticos de casos para finales de junio en Nuevo León, cuando se cumplirá un mes en el que la ciudadanía volvió a sus trabajos y recuperó buena parte de su vida social.

México suma al momento 22 mil 584 fallecidos y más de 185 mil positivos, situándose entre los países del mundo más afectados por la pandemia.



kga

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