Hasta el momento, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) ha sorteado bien la emergencia sanitaria, dado que tendrá un ligero impacto en sus ingresos, asimismo, no acudirá a endeudamiento, según Fitch Ratings México.
Fitch estima una disminución ligera en los ingresos por cuotas escolares, debido a las posibles bajas académicas derivadas del impacto de la pandemia por el covid-19, y una deserción escolar de no más de 10 por ciento; la alta calidad educativa y la reputación regional de esta IES contendrá el impacto de la deserción y de la demanda.
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Sin embargo, el principal ingreso de las universidades está compuesto por los subsidios federal y estatal, que representan entre 70 y 80 por ciento de los ingresos totales.
A junio de 2020, estos (ingresos) se mantienen estables y las entidades continúan recibiéndolos en tiempo y forma. Fitch espera que, para las universidades públicas, los subsidios federales continúen para 2021, sin sufrir recortes importantes, pues el derecho a la educación pública es un eje esencial del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
La agencia calificadora consideró que las instituciones de educación superior (IES) calificadas por este organismo; Universidad Autónoma de Nuevo León [AAA(mex)], Benemérita Universidad Autónoma de Puebla [AA+(mex)] y la Universidad Autónoma de Tamaulipas [AA(mex)] presentan algunos retos derivados de la contingencia sanitaria relacionada con el coronavirus.
No obstante, estima que son moderados y no implicarían cambios sustanciales en la percepción de riesgo crediticio de las entidades en el corto y mediano plazo.
“Desde que se declaró la emergencia sanitaria por coronavirus en México en marzo de este año, las instituciones de educación superior se vieron en la necesidad de continuar con sus clases y parte de sus operaciones de manera virtual. Pese a ello, la oferta educativa no se ha visto afectada”, aseguró Fitch Ratings en un reporte que emitió.
Fitch señaló que estas universidades cuentan con la infraestructura tecnológica suficiente para brindar sus clases de manera remota, el cambio de modalidad presencial a en línea fue acelerado pero implementado sin mayores problemas.
En materia de demanda, dijo Fitch el impacto ha sido modesto, siendo el mayor detonante la carencia de mecanismos tecnológicos por parte de los alumnos; sin embargo, algunas IES han instaurado programas de apoyo para facilitar el acceso a éstos.
De manera prospectiva, estas entidades planean cambios en la aplicación de exámenes de nuevo ingreso e inscripciones, entre otros, que ahora se llevarán a cabo de forma remota, por lo que el flujo de demanda estudiantil se mantendrá favorable.
Para el ciclo escolar de otoño 2020 las clases continuarán en modo no presencial para todos los niveles educativos, sujeto a las disposiciones federales, estatales y a la evaluación de las propias IES.
Las universidades calificadas por Fitch Ratings han informado que no tomarán endeudamiento adicional para sufragar el gasto en inversión en tecnología.
Derivado de la modalidad virtual y el trabajo remoto, la agencia espera un ahorro importante en el gasto operativo de estas IES, por lo que su EBITDA no se vería impactado significativamente en el corto plazo.