La pandemia generó un aumento en la demanda de tratamientos psiquiátricos, así como el desarrollo de productos genéricos de esta especialidad; sin embargo, el precio de los tratamientos han reportado un alza de 10 por ciento este año.
De acuerdo con Juvenal Becerra, presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), refirió que el aumento de precio se encuentra por encima de la inflación anualizada, que en septiembre se ubicó en 8.70 por ciento, e incluso por encima del alza que tienen los fármacos a escala general.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante los primeros nueve meses del año los productos farmacéuticos han tenido un aumento de 5.53 por ciento; en su comparativa anual, se estima un alza de 7.02 por ciento respecto a septiembre de 2021.
La pandemia hizo que se presentara en el país un aumento de entre 20 y 30 por ciento en los pacientes que requieren atención psiquiátrica.
“Esto lo generó en muchos casos el estrés de estar encerrados, tenerle miedo a la enfermedad, pérdida de trabajo y otros factores que incluían a todas las familias, lo que complicó más el problema”, sostuvo Becerra.
Según los resultados de la primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Enbiare) 2021, Colima, Sonora y Quintana Roo son las entidades con mejores balances anímicos de su población adulta, mientras que en Oaxaca, Puebla y Tabasco presentan menores valoraciones.
Las mujeres muestran un promedio respecto a los hombres en todos los grupos de edad. La mayor brecha se observa entre hombres y mujeres de 30 a 44 años.
El presidente de la Unefarm indicó que antes de la emergencia sanitaria la recurrencia de genéricos para esta especialidad era de 60 por ciento.
“Pero la pandemia y el menor costo de estos medicamentos han generado el crecimiento de la demanda de genéricos”, expuso.
Así, en el periodo hubo un alza de 20 puntos porcentuales y llegó a una recurrencia de 80 por ciento.
En promedio, 19.3 por ciento de la población adulta refirió tener síntomas de ansiedad severa, mientras que 31.3 por ciento reveló ansiedad mínima o en algún grado.
En cuanto a satisfacción con la vida, México se ubica en 8.45, en una escala con un recorrido de 0 a 10. Las entidades cuya población adulta promedia mayor satisfacción con la vida son Nuevo León, Colima y Coahuila; en contraste, Guerrero, Puebla y Ciudad de México son las entidades donde la población adulta presenta el menor valor en este indicador.
Se estima que en el país solo dos de cada 10 personas con algún problema o condición mental que requiere atención la obtiene; sin embargo, aquellas que logran ser atendidas no siempre reciben la atención adecuada.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) sostiene que de 2013 a 2021 México asignó en promedio 2.1 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Salud a este subsector. En 2021 destinó 3 mil 31 millones de pesos, 2.1 por ciento del total de la dependencia.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en el primer año de la pandemia la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó en 25 por ciento. Esto hizo que los requerimientos para la atención de esta y otras condiciones mentales fueran en aumento.
“En algunos momentos más turbios de la pandemia, por ahí de principios de 2021 y de 2022, primordialmente, hubo desabastos intermitentes de estos medicamentos ante las variaciones en la dinámica de importaciones y de surtimiento de producto”, dijo Becerra.