En los últimos 10 años, el costo financiero de la deuda, compuesto por los intereses, comisiones y gastos de la deuda pública, ha crecido a una tasa promedio anual de 6.6 por ciento, nivel que resulta alto respecto a la capacidad de recaudación y el crecimiento económico, y limita las acciones que se puedan hacer mediante políticas públicas, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En un documento, indicó que el aumento en el costo financiero de la deuda se debe al déficit presupuestario, cuya totalidad se ha destinado al gasto del gobierno federal; a las altas tasas de interés, que actualmente se encuentran aproximadamente en 5 por ciento; y a la depreciación del tipo de cambio, que ha pasado de 12 pesos por dólar, en 2010, a 22 pesos por dólar, a julio de 2020.
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En contraste, abundó el CIEP, el crecimiento económico anual en la última década ha sido, en promedio, de 1.78 por ciento, y el crecimiento de los ingresos públicos de 2.4 por ciento, lo que significa que el pago del costo de la deuda ha crecido 3.6 veces más que la economía y 2.7 veces más que los ingresos públicos.
En consecuencia, abundó, con menores ingresos y el aumento constante del pago de intereses, los recursos para ejercer política pública se ven reducidos y con la llegada de la pandemia de coroanvirus, así como sus repercusiones económicas y sanitarias, se estima una pérdida de ingresos por 317 mil 775 millones de pesos (mdp); mientras que el pago de intereses y servicio de la deuda puede crecer 5 por ciento respecto a 2019, ascendiendo a 727 mil 700 mdp.
Para final de año, el CIEP estima que el sector público se endeude por alrededor de un billón de pesos, para compensar, principalmente, la caída de los ingresos presupuestarios, esto elevará el Saldo histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda, a niveles históricos como porcentaje del producto interno bruto (PIB).
Además, el aumento del déficit público comprometerá al gobierno federal el pago de nuevos intereses a partir del siguiente año y, para que el incremento del costo de la deuda no presione el presupuesto programable, se debe priorizar la recuperación de la economía, así como fortalecer los ingresos públicos, de tal forma que se puedan generar los ingresos suficientes para pagar el aumento del costo de la deuda, sin disminuir el presupuesto que se destina a programas sociales, tanto en las presentes, como en las futuras generaciones.
lvm