La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió que la pandemia del covid-19 ha generado la peor crisis sanitaria, económica y social de nuestra vida, y ha destruido todos los empleos creados desde la crisis financiera global, con señales terribles de una segunda ola del virus, por lo que el primer imperativo es tener una vacuna que sea accesible para todos.
“Ningún país, ni sociedad ha quedado al margen y ninguno puede enfrentarla (la pandemia) solo. Más de un millón 100 mil personas han perdido la vida y más de 42 millones de infecciones se han detectado hasta ahora. Este año vamos a presenciar la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, con una caída proyectada del producto interno bruto (PIB) global de 4.5 por ciento y donde muchas economías no recuperarán su nivel de producción de 2019 hasta 2022, como mínimo”, señaló el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría.
Durante su participación en la Reunión del Consejo Ministerial de la OCDE, señaló que la crisis del covid-19 ha acelerado un muchos movimientos, tendencias y transformaciones, incluyendo la digitalización, pero también ha puesto de relieve las debilidades estructurales preexistentes, pues las desigualdades están aumentando, la vulnerabilidad está propagándose y los más débiles y más vulnerables son los que se ven más afectados.
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Ante esta situación, el titular de la OCDE aseguró que para conseguir una recuperación sólida, resiliente, verde e inclusiva, se requiere una acción determinada y concertada en cuatro direcciones.
Primero, “la lucha y la contención del virus debe ser nuestra principal prioridad, elegir entre la vida y el subsistir es un falso dilema, hasta que no descubramos una vacuna que sea accesible y asequible para todos, deberemos seguir adoptando todas las medidas necesarias y adoptar y adaptar la tecnologías necesarias para proteger la salud pública”, afirmó.
Segundo, añadió el funcionario, los bancos centrales y los gobiernos tienen que seguir fomentando la confianza, utilizando su “fuerza de fuego” monetaria para mantener las economías, apoyar a las empresas, mantener a los trabajadores y apoyar a los más vulnerables.
Tercero, agregó, es necesaria una acción unilateral fuerte para estar al nivel de las ambiciones de las respuestas nacionales, por lo que la cooperación internacional va a ser clave para desarrollar y distribuir vacunas en el mundo entero y para apoyar a los países y regiones más pobres.
En este sentido, José Ángel Gurría explicó que esto se logrará a través de más ayuda pública para el desarrollo, alivio de deuda, créditos, transportación, menores costos de las remesas y asegurando flujos positivos netos de recursos los países más necesitados. A esto se suma, abundó, la necesidad de fomentar la resiliencia de las cadenas de valor global, así como encontrar una solución consensuada para tributar la digitalización.
srgs