El año pasado, 3.1 millones de hogares reportaron que por lo menos un integrante de la familia tuvo dificultades para pagar su crédito hipotecario o para pagar la renta, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En conferencia, Edgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, explicó que esta situación tuvo su origen en abril y mayo de 2020, cuando 12.5 millones de personas salieron del mercado laboral.
En tanto, los resultados de la encuesta demuestran que las casas rentadas en 2014 representaban 15.2 por ciento y en 2020 aumentaron a 16.4 por ciento. Las casas prestadas pasaron de 12.8 a 14.2, mientras que en casas propias pagándose no se observó casi variación.
Dentro del 16.4 por ciento de las personas que renta, la razón de ese alquiler obedeció a que no tienen acceso a crédito o los recursos para adquirir una vivienda, por la facilidad de mudarse; porque la mensualidad es menor que en una hipoteca; porque no les interesa comprar; y porque prefieren invertir en su persona.
Falta de acceso a financiamiento
La falta de acceso al crédito hipotecario o al financiamiento de vivienda provocó que 57 por ciento de las casas en el país fueran adquiridas con recursos propios de los caseros, según los resultados del Inegi.
El Inegi indicó que han ubicado como problemas principales la falta de garantías, escasez de recursos para poder ser sujetos de crédito y una serie de temores por los altos costos del crédito.
AMP