Desde la informalidad se da el boom de la belleza en la zona sur

La pandemia y las redes sociales ayudaron a que incrementara el gusto por emprender con la apertura de estéticas o salones de estudio en hogares; sin embargo, el sector establecido considera esta acción como práctica desleal

Después de más de tres meses de confinamiento, salones de belleza. (Reuters)
Anahy Meza
Tamaulipas /

La belleza es un negocio que ha tenido un gran crecimiento en la zona sur, sin embargo la pandemia y las redes sociales, hicieron un gran cambio en la manera de prestar los servicios, pues ya no hay mucho interés por abrir estéticas o estudios; la mayor parte de esta labor se está prestando desde la informalidad.

Se estima que el 5% de las mujeres económicamente activas, se dedican a alguno de los campos que ofrece el oficio: ponen uñas, pestañas, diseñan cejas, atienden el cuidado de la piel o bien son estilistas.

En este momento hay un gran boom por aprender y los cursos tienen una gran demanda. María de Jesús Barrón González, estetocosmetologa, hace micropigmentación y es estilista, da clases y cursos en el Centro desarrollo Integral y familiar (Cedif ) de Ciudad Madero, ella explica que la matrícula ha tenido un incremento del 80%, principalmente para uno de los mercados más importantes que es el de las uñas, que además tiene actualizaciones constantes en las técnicas de aplicación.

Otro curso que tiene una gran demanda es el de colocación de pestaña de mink, así como el diseño de cejas. “Tenemos hasta 20 mujeres por curso, no metemos más, y hay gente que se queda esperando a que se haga un siguiente curso, el año pasado tuvimos tres meses consecutivos dando el mismo taller porque había alumnas que tenían interés por ingresar”.

Explicó que la pandemia y las redes sociales cambiaron la manera de prestar los servicios de belleza, que ahora se hacen incluso a domicilio, es decir ya no es necesario montar un negocio, que requiere una inversión mayor.

“Me parece que es algo muy cómodo para las personas que lo hacen y las personas que reciben el servicio, porque la vecina, la prima, la amiga te dice yo voy a tu casa, entonces es un servicio muy cómodo para cualquier persona y no necesitas tener un espacio, en cualquier mesa y cualquier silla tú te puedes sentar para aplicar unas uñas, para la aplicación de pestañas Si ocupas tener un espacio un poco más acondicionado”.

De acuerdo a la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) por cada 10 estéticas que hay en la zona, hay 7 personas de dicándose de manera informal, es decir sin tener un negocio físico, a prestar estos servicios.
Jesús Carballo Martínez, presidente del organismo, indicó que de acuerdo a lo que los socios que se dedican a estos giros han contado, el boom por la prestación de estos servicios de manera informal ha generado pérdidas de clientela hasta de un 20% a los negocios establecidos.

Belleza

“Ellos lo llaman una práctica desleal, porque sin pagar una renta, impuestos o permisos realizan estos trabajos, que además pueden dar a bajos costos pues no tienen obligaciones económicas para el pago comercial de los servicios básicos”.

El negocio es muy redituable La profesora María de Jesús Barrón González aseguró que dedicarse a la belleza es un campo bastante amplio, pues hay una gran demanda en los servicios, donde la materia prima es muy económica y rinde para dar muchas atenciones.

Explicó que para aquellas que no ponen un establecimiento, la inversión inicial es de unos 3 mil pesos, donde se paga el curso y se compra el material, que se estima se pueden recuperar con las 10 primeras clientas, establecen sus horarios, los días que quieren trabajar y el número de clientes que quieren atender.

“Nada más es la primera inversión del curso y todo lo demás, el material lo va sacando con el servicio que haces, y sí de eso puede vivir mucha gente y se mantienen familias completas”.

Y es que haciendo un cálculo la aplicación de uñas tiene un costo entre los 200 y 500 pesos, el diseño de ceja se puede cobrar hasta en 600 pesos, la colocación de pestañas en 400 pesos, una persona que decida laborar cuatro días por semana puede estar sacando hasta 2400 pesos, de los cuales solo 400 se van para la compra de material, lo demás es ganancia.

Explicó que ella es el mejor ejemplo de cómo las familias pueden salir adelante dedicándose al negocio de la belleza, pues tenía 16 años cuando fue mamá y decidió aprender el oficio y ha sido así como ha podido ser jefa de familia y costear la educación de su única hija que ahora está en la universidad.


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.