La falta de penetración bancaria en grandes segmentos de la población ha propiciado que otros medios de pago aumenten su participación en el mercado mexicano, entre ellos las tarjetas de débito y prepago para hacer consumos menores, cuyo crecimiento anual es de doble dígito, revelaron especialistas.
“El crecimiento de ese negocio a través de diferentes emisores se ubica entre 30 y 40 por ciento anual, con una gran concentración de las mayores cadenas comerciales y otras del sector popular, pero también jugadores muy profesionales, como Visa o Mastercard”, expresó Óscar Márquez Mees, director general de Giesecke & Devrient.
De acuerdo con la firma alemana, el mercado de tarjetas en México tiene 70 millones de clientes solo en el ramo bancario, ya sea de crédito o de débito, pero con un valor de 400 millones de dólares anuales incluidos otros rubros como medios de pago, de identificación y de telecomunicación.
En entrevista, Marquez Mees destacó que en la parte baja de la pirámide poblacional se observa una expansión masiva de jugadores como Elektra o BanCoppel, que emiten ese tipo de tarjetas; además, se realizan alianzas como la que recientemente concretó Amazon con Banorte, así como PayPal, por mencionar algunas.
Por otra parte, ante la evolución de la tecnología, la compañía también destaca la incursión de esos medios de pago en el negocio digital, al agregar los servicios a los teléfonos móviles, a través de las tarjetas digitales; solo para la compañía éstos aportan 25 por ciento de sus ingresos.
El marco normativo de la emisión de tarjetas está a cargo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que cuenta con altos estándares de seguridad.
El directivo de G+D dijo que si bien las incidencias en los plásticos no se presentan en comercios físicos, hay mucho por mejorar en los procesos de implementación en las tiendas online, pues aquí es donde se llegan a cometer delitos como el robo de identidad.
Con 60 años de operación en México, sostuvo que el negocio digital es una oportunidad a la que no se puede dejar de apostar, pues en general la emisión de tarjetas en el país crece de 5 a 10 por ciento.
Nuevos jugadores
El alto potencial del negocio atrae no solo a empresas de nicho sino también a algunas firmas como Weex, una compañía mexicana nacida en 2016 como un operador móvil virtual y que hoy entra al mercado fintech y se convierte en una plataforma de servicios digitales para millennials con un mercado potencial de 30 millones de personas.
Según Ricardo Suárez, director general de esa compañía, en abril lanzarán Weex Wallet, un producto financiero básico que tiene el objetivo de empoderar a los jóvenes a través de una tarjeta de prepago Mastercard.
“Podrán hacer transacciones tanto en línea como presencial en caso de que soliciten su tarjeta con chip; otro pilar es que les facilita mucho el intercambio de dinero entre familiares y amigos, transferencias y pagos puntuales”, destacó.
Otra cualidad de ese producto, además de que es gratuito para el usuario, es que se puede aplicar a una tarjeta de crédito, con montos muy pequeños que van de 500 a mil pesos, pero que con el tiempo podrá crecer este crédito de acuerdo con su comportamiento.
“En el tiempo que hemos estado trabajando con nuestros usuarios diría que hay un potencial de cerca de 50 por ciento, porque son líneas de crédito que ayudan a cubrir ciertos baches, por lo que se evita recurrir a préstamos con intereses muy altos”, indicó.
Con la tarjeta es de prepago, el usuario tiene que hacer una recarga en efectivo o a través de una transferencia electrónica para utilizarla. Los montos están limitados para recargar 16 mil pesos al mes.
Recargas para wallet se pueden hacer en tiendas de conveniencia como Oxxo y en cadenas de farmacias; se irán liberando nuevos puntos, entre ellos tiendas de autoservicio y de conveniencia; también se puede hacer mediante una trasferencia Spei.
Para Jorge Sánchez Tello, director del programa de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), el surgimiento de nuevos jugadores y productos refleja la situación económica del país y de las nuevas modalidades de pago, que tienen como objetivo hacer atractiva la bancarización para la gente.
“Está comprobado que la mayoría de los millennials prefiere pagar en efectivo, tarjeta de débito o con las nuevas micas, que con un plástico de crédito, lo cual también revela la evolución que está teniendo una parte de la sociedad en México sobre su cultura financiera”, expresó.
Además, es interesante que haya muchas empresas que ofrezcan nuevos productos para facilitar el pago de los consumos, que finalmente son el intermediario para acceder a canales digitales como Netflix, plataformas como Mercado Libre y Amazon, tiendas departamentales o servicios como Uber.
“Hay tarjetas incluso para pagar servicios, después de no tener mica de débito o crédito, y aunque las tengas también es una forma de llevar un control sobre lo que gastamos y facilitan la forma de pagar”, indicó Sánchez.
Según el experto, si bien el auge de esas tarjetas es resultado de que la gente va teniendo acceso a la bancarización, los productos no son para todo México, solo para los estados de mayor crecimiento ubicados en el centro y el norte, no así en el sureste.