Las familias poblanas enfrentarán este 2023 una de las cuestas de enero más complicadas en los últimos años ante los aumentos de los precios de alimentos de consumo básico; además, los materiales para la construcción e insumos para la industria se mantendrán al alza, cuando menos, en el transcurso del primer trimestre.
A lo largo del año 2022, el bolsillo de los poblanos se vio afectado por incrementos a dos dígitos en productos agrícolas, entre ellos, el pollo, la naranja y el aguacate, situación que se agudizó con aumentos en alimentos como la tortilla, el pan, harinas y aceites.
A partir de este 1 de enero, el poder de compra de los consumidores se verá afectado ante la actualización de las cuotas del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para refrescos, cigarros y la gasolina, lo que representará un crecimiento en su precio final.
La cuesta de enero es la época en la que concluyen las celebraciones decembrinas y se presenta el paso a un periodo de “resaca” económica, es decir, las personas que se quedan sin recursos y tendrán que cumplir con diferentes obligaciones en materia de dinero, explicó el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) en Puebla, Marco Antonio Prósperi Calderón.
El empresario consideró que, a pesar de los esfuerzos del gobierno federal para poner en marcha estrategias como el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) para contener los precios de los alimentos, en realidad, los costos siguieron una tendencia de incremento.
En entrevista para MILENIO Puebla, Prósperi Calderón consideró que el inicio del año 2023 se prevé complicado para las familias del estado, sobre todo en los hogares donde se vive con menores ingresos.
“Llega la famosa cuesta de enero y yo diría febrero, por lo menos, mes a mes y medio, que es cuando viene la resaca y todas las compras que hacemos en diciembre y, a veces, hasta se acaba el aguinaldo y no queda ahorro. Sigue el tema de la inflación, el tema del conflicto que persiste entre Rusia y Ucrania. Estamos en una época en que se gasta más luz, gas, es un periodo en que la gente se mueve más”, señaló.
Por su parte, el investigador de la Licenciatura en Administración Financiera de la Upaep, Anselmo Chávez Capó, explicó que el panorama para las familias y para las empresas en 2023 será complicado ante el aumento de los precios de productos y servicios, en particular, porque se registra una mayor alza en los costos de energéticos y alimentos, lo cual impacta de manera directa en los bolsillos de las personas.
“Caracterizado por niveles de inflación elevados, un deterioro de las perspectivas de crecimiento y un apretamiento de las condiciones financieras a nivel global, se enfrenta un entorno más complejo e incierto”, comentó.
Para el especialista en temas financieros, el aumento al salario mínimo de 20 por ciento a partir del 1 de enero 2023 no se traducirá en beneficios para la mayoría de los trabajadores ya que solo apoya a quienes están en el sector formal; mientras que 70 por ciento de las personas ocupadas se encuentran en la informalidad.
Chávez Capó destacó que, en Puebla, el sector comercial crecerá lo largo de 2023; mientras que la industria se encuentra en un momento complicado porque no existe certeza sobre el abasto de componentes; mientras que el campo requiere un mayor dinamismo para responder a las necesidades de granos.
A la par, el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apecic), con vigencia al 28 de febrero de 2023, por parte del gobierno federal con 15 empresas, se mantiene sin dar los resultados esperados porque no ataca de manera directa las causas que generan los aumentos de precios y servicios.
Alimentos acumularán alza de 40%
El precio de los alimentos acumuló un alza de 27 por ciento en los últimos dos años y se espera que este 2023, la inflación en alimentos sea de, al menos, diez por ciento ante diferentes factores locales e internacionales, explicó Carlos Sosa Spínola, presidente del sector Alimentos, Bebidas y Agroindustria de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
El año 2022 cierra con un alza de 16 en el precio de los alimentos que más consume la población, mayor en cinco puntos porcentuales respecto al indicador registrado el año previo que fue de 11 por ciento.
En tanto, para el nuevo año, se estima que los precios de diferentes productos seguirán moviéndose hacia arriba, luego que en septiembre de 2022 se registró el tope de inflación más alto en los últimos años.
“Se espera que en 2023 tengamos una inflación adicional de diez por ciento, es decir, en tres años, los alimentos incrementaron casi un 40 por ciento. Esto lo vemos todos cuando vamos a un mercado o a un supermercado y eso difícilmente cambia; sin embargo, es importante mencionar que en septiembre fue el tope más alto inflación, aun así, el año será complicado”.
De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), el precio de la canasta básica en 2022 llegó a mil 753.35 pesos, siendo productos agrícolas y cárnicos los que reflejaron mayores aumentos.
Tan solo el kilogramo de frijol aumentó en 53.58 por ciento; mientras, el pollo entero registró un alza de 43.7 por ciento; la lenteja subió 34.6 por ciento y la chuleta de puerco en 22.22 por ciento; harina en 22.2 por ciento; además, el aceite subió 11.11 por ciento.
En el caso de frutas, verduras y alimentos de temporada, los principales incrementos, según la Anpec, se reflejaron en productos como la naranja que subió en 16.6 por ciento; limón, 8.33 por ciento; manzana, 11.1 por ciento; jitomate, 12.5 por ciento; y azúcar con un alza de 4.76 por ciento.
Conforme a indicadores del Inegi, Puebla capital acumuló en la primera quincena de diciembre una tasa anual de inflación de 8.07 por ciento, por arriba de los niveles reportados en noviembre cuando se ubicó en 7.31 por ciento.
Trimestre complicado para constructores
La inflación será otro de los factores que limitará la actividad en la industria de la construcción, toda vez que se prevé un primer trimestre complicado por el alza en los precios de los materiales.
Héctor Sánchez Morales, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Puebla, explicó que este sector enfrentará en 2023 diferentes retos, entre ellos, el de los costos de materiales que seguirán presionados ante factores geopolíticos, la afectación en cadenas de valor derivado de la crisis por la emergencia sanitaria de covid-19.
En entrevista, el representante de las empresas constructoras en el estado añadió que, si bien el Banco de México (Banxico) reporta niveles de inflación menores al 10 por ciento, el impacto en los materiales de la construcción fue del doble, es decir, los insumos se encarecieron por arriba del 20 por ciento.
En ese sentido, consideró que el primer trimestre será un periodo complicado para la industria, al grado que sugirió a quienes se encuentran en el desarrollo de obras, considerar y analizar sus presupuestos porque los precios de los materiales continuarán moviéndose.
“Aconsejaría mucho, por un lado, el ahorro, el que no se busquen hacer compras superfluas, porque viene una situación complicada, y, por el otro lado, si están en un proceso de construcción, se apuren a seguir comprando materiales de porque se van a seguir deslizando hacia arriba".
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco) de la CMIC, entre los materiales que presentaron mayor alza a lo largo de 2022 se encuentran los asfaltos con incremento de 36.6 por ciento; madera para estructuras en 30.8 por ciento; el cemento que subió en 17.8 por ciento; ladrillos y tabiques con 11.4 por ciento; varilla en 11.2 por ciento; y el alambre y el alambrón en 4.1 por ciento.
Ajustes en créditos y pago de licencias
De forma adicional a las alzas en los precios de los alimentos en 2023, las familias poblanas enfrentarán un impacto en su presupuesto ante la actualización de tarifas de diferentes servicios y créditos.
Si bien para este 2023 no se tienen previstos nuevos impuestos, los costos de trámites de licencias, placas y control vehicular serán ajustados al índice de inflación, calculado en ocho por ciento, según la Ley de Ingresos que aprobó el Congreso local.
En tanto, el trámite de verificación vehicular será obligatorio para todos los vehículos que circulen en territorio poblano y tendrán que cumplir con el proceso dos veces al año, con un costo de 628 pesos, por cada holograma semestral.
Por su parte, el Infonavit informó que el monto de deuda se elevará para los derechohabientes que mantienen créditos denominados en Veces Salario Mínimo (VSM). Lo anterior debido al aumento de 20 por ciento al ingreso mínimo que se fijó a partir del 1 de enero, así como por los índices inflacionarios.
CHM