En opinión del experto en turismo sustentable, Daniel Madariaga Barrilado, atraer visitantes de todas partes del mundo tiene importantes beneficios, Villa de Mazo, un municipio español perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias, ha entendido muy bien este concepto y se ha esforzado los últimos años para diversificar sus productos turísticos, en marzo decidieron agregar uno más: cicloturismo.
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El ciclismo está experimentando un renacimiento desde la pandemia de covid-19, muchas personas lo empezaron a considerar como un medio de transporte más seguro que los autobuses y los trenes. De hecho, se calcula que el mercado mundial de bicicletas crecerá hasta los 34 mil 600 millones de dólares en 2027, según un informe presentado por la empresa Global Industry Analysts.
Asimismo, en el sector turístico el ciclismo está en pleno auge; Daniel Madariaga Barrilado menciona que los consumidores modernos se centran más en la salud, el bienestar y la aventura y el cicloturismo ofrece una forma de explorar senderos desafiantes y nuevos terrenos para aficionados de distintos niveles.
Según SPER Market Research, se calcula que el mercado del turismo de aventura, en donde encontramos al cicloturismo, alcanzará los un millón 187 mil 730 millones de dólares en 2032, con una tasa de crecimiento anual constante del 15.46 por ciento. Para las empresas locales, los beneficios económicos potenciales son enormes, por ello en marzo de este año, Villa de Mazo, decidió apostarle al sector al celebrar la primera edición de la prueba ciclista ‘Critérium de Lodero’.
Esta estrategia podría atraer grandes beneficios a Villa de Mazo, según Madariaga Barrilado, ya que el evento demuestra a los aficionados que existen condiciones en la ciudad para practicar la actividad. Eventualmente, eventos de esta naturaleza permitirán que la ciudad pueda formar parte del sistema de rutas ciclistas, EuroVelo, el cual cubre más de 90 mil kilómetros en 42 países de Europa.
El Parlamento Europeo calcula que cada año se realizan unos 2.300 millones de viajes de algún tipo de cicloturismo. Unas vacaciones en bicicleta pueden adoptar muchas formas diferentes. El tipo de vacaciones depende del terreno local y de las preferencias y capacidades individuales.
El ciclismo de ruta consiste en recorridos de larga distancia sobre asfalto liso o carreteras pavimentadas a gran velocidad, es más competitivo, con muchos participantes que ya son ciclistas experimentados y habituales. Muchos participantes prefieren pedalear solos o en grupos más pequeños y su edad típica oscila entre los 18 y los 49 años.
Por su parte, el cicloturismo familiar suele adoptar la forma de viajes de uno o varios días. Estos servicios suelen ofrecer una mezcla de rutas de corta distancia junto con otras actividades para niños. Por ejemplo, una ruta ciclista familiar puede ofrecer también acceso a toda la oferta de actividades culturales, culinarias, entre otras de Villa de Mazo.
El cicloturismo de montaña consiste en pedalear por terrenos abruptos en bosques o montañas. A los ciclistas de montaña les gusta el desafío de los senderos extenuantes y el sentido de la aventura. Por sus condiciones geológicas de Villa de Mazo puede resultar altamente atractivo para este grupo de viajeros.
“El cicloturismo se considera desde hace mucho tiempo una excelente forma de apoyar a las economías locales. Cuando los turistas visitan zonas remotas, gastan dinero y apoyan a pequeñas empresas, como restaurantes y hoteles. El impacto económico puede transformar zonas que han sufrido bajas tasas de empleo”, concluyó Daniel Madariaga Barrilado.
MRA