La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (Amis) informó que durante el año pasado se registraron 142 catástrofes relacionadas con el cambio climático, que causaron daños cubiertos por agencias por 280 billones de dólares.
Con base en el organismo de investigación Swiss Re Institute, el 62 por ciento de las pérdidas globales no contaban con seguro, además de que los expertos indican que de continuar esta tendencia, las pérdidas podrían aumentar entre un 5 y 7 por ciento anualmente.
La Amis señaló que la aseguradora es clave en el desarrollo sostenible frente a diversos fenómenos globales, como el cambio climático, pues más allá de proporcionar resiliencia financiera en caso de desastres, tiene el papel estratégico de promover acciones que prevengan y reduzcan los efectos negativos de eventos de la naturaleza potencializados por el cambio climático.
El sector asegurador es un facilitador de soluciones que pueden impulsar la sostenibilidad social y ambiental frente a las vulnerabilidades y riesgos que enfrentan comunidades y ciudades, agregó.
“Tiene la gran ventaja de contar con información y modelos para monitorear los cambios que están sufriendo los eventos de la naturaleza, tales como huracanes, inundaciones, para mencionar algunos, y sugerir medidas para mitigar los riesgos”, informó.
Actualmente, se señaló, existe una urgencia por convertir a las nuevas economías en modelos sostenibles que contribuyan a mitigar el impacto ambiental derivado de las actividades sociales.
Las compañías de seguros se han reconocido a nivel internacional como un sector que puede contribuir a aminorar situaciones del cambio climático.
Lo anterior, dado que su principal herramienta son las propias pólizas de seguros, que deben tener en cuenta los riesgos climáticos y ambientales del “bien asegurado”.
“Es por ello que poco a poco habrá que ir internalizando estos elementos a la hora de analizar los riesgos y establecer las condiciones contractuales de las pólizas”, finalizó.
ksh