¿Estarán seguros los datos biométricos que compartas en el padrón de telefonía móvil?

Los datos biométricos sirven para resguardar de forma más segura la información personal de los usuarios.

Los datos biométricos se han convertido en una herramienta de seguridad. (Shutterstock)
Yanin Alfaro
Ciudad de México /

Una de las preocupaciones y dudas que ha generado la reciente aprobación para crear el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, mediante una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, es la seguridad y confidencialidad de la información personal y biométrica.

Este padrón constituirá la integración de una base de datos con información de los titulares de cada línea telefónica, entre ellos el número, fecha y hora de la activación, nombre completo, nacionalidad, número de identificación oficial con fotografía, CURP, y datos biométricos de los usuarios; es decir, huellas dactilares, el iris de los ojos, las facciones del rostro, el tono de la voz y la firma, entre otros.

Las autoridades gubernamentales afirman que la información será de carácter confidencial y reservada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y que, además, será tarea del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI).

“Dada la sensibilidad de esta información deben revisarse e integrarse de forma adecuada todos los elementos para asegurar que la reforma constituya un esfuerzo a favor de la seguridad de los usuarios, y preservar su privacidad”, considera el doctor Armando Reyna Ballesteros, docente de la Licenciatura en Inteligencia de Negocios e Innovación de CETYS Universidad, Campus Mexicali.

Para Adolfo Loera, presidente de Biometría Aplicada, es más fácil la suplantación de identidad con datos biográficos que con biométricos.

“Los casos actuales de suplantación de identidad se han llevado a cabo con información biográfica del usuario que, lamentablemente, puede encontrarse sin problema en bases de datos que se consiguen en el mercado negro o, incluso, a través de información que nosotros mismos entregamos sin ser conscientes de ello, ya sea a través de redes sociales o llamadas apócrifas a nombre de instituciones financieras”, dijo Loera a MILENIO.

Desde hace ya unos cinco años los datos biométricos se han convertido en una herramienta de seguridad, lo usan los smartphone, las tablets y los wearables para asegurarse de que nadie más acceda a la información del dueño del dispositivo y también se han utilizado en el sistema financiero para evitar fraudes.

Por normatividad, hoy todos los bancos deben contar con los datos biométricos de sus usuarios (la última prórroga para obtenerlos venció el 19 de marzo de este año), pero aún están en proceso de utilizarlos para brindar servicios y poder blindar las cuentas en su totalidad, explica Loera.

El experto en biometría argumenta que “otro ejemplo donde ha habido grandes avances es en materia de afores, que por normatividad también implementaron el uso de biométricos y se ha logrado eliminar prácticamente los traspasos y los retiros no reconocidos”.

Sobre la duda concreta de los usuarios sobre si podrían vaciar sus cuentas si su información biométrica circulara en el mercado negro. Loera responde que casi imposible, acceder a través de la autenticación biométrica no es posible sin la aprobación del propietario, que deberá proporcionar sus biometrías para este propósito.

“Aunque el criminal contara con la imagen de la huella o el rostro, el lector no haría una identificación positiva, ni siquiera si la biometría lograra ser reproducida en un silicón o en una máscara, ya que el lector identificaría que no es una biometría viva”, concluyó el especialista.

​AMP

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