Adidas advirtió que las limitaciones en la cadena de suministro causadas por la pandemia pueden costarle hasta 500 millones de euros en ventas para finales de año.
La disrupción significó que el mayor fabricante de ropa deportiva del mundo no pudo producir suficiente ropa y calzado para satisfacer la demanda, destacó el director financiero de la empresa, Harm Ohlmeyer.
A pesar de lo anterior, Adidas elevó su perspectiva para 2021 por segunda vez este año después de que las ventas aumentaron un 52 por ciento en el segundo trimestre a 5.080 mil millones de euros.
La compañía dijo que las ventas del primer semestre, excluyendo Reebok, que está vendiendo, se encontraban ligeramente por encima del nivel de 2019, antes de que golpeara la pandemia.
Sin los retrasos de la cadena de suministro, la recuperación sería aún más rápida. La compañía espera perder ventas de más de 500 millones de euros para finales de año debido al impacto en la producción, más del 2 por ciento de las ventas previstas por los analistas para 2021.
“El impacto esperado ya está integrado en nuestra guía para todo el año”, comentó el director ejecutivo Kasper Rorsted, y agregó que los ingresos van a aumentar hasta un 20 por ciento este año, en comparación con la guía anterior de “una tasa (de crecimiento) de entre 18 y 19 por ciento”. También dijo que los ingresos netos de las operaciones continuas estarán entre mil 400 millones y mil 500 millones de euros, por encima de las expectativas anteriores de entre mil 250 millones y mil 450.
Las acciones de Adidas registraban una caída de aproximadamente 4 por ciento en las operaciones del mediodía del jueves en Frankfurt.
Desde mediados de julio, la compañía se vio afectada por un cierre de las fábricas impuesto por el gobierno en Vietnam, un país clave para la producción de calzado.
“Esperamos que la situación en Vietnam comience a mejorar a finales de este mes, lo que conducirá a una red de abastecimiento en gran medida operativa al final del tercer trimestre”, enfatizó Rorsted.
Si bien Adidas está trasladando la producción a otros países, “las disrupciones actuales tendrán un impacto negativo en nuestro negocio en el segundo semestre, ya que no podremos satisfacer completamente la fuerte demanda de nuestros productos”, agregó.
Los cierres de fábricas en Vietnam se sumaron a los problemas de logística existentes, destacó Rorsted. “La pandemia de larga duración...llevó a una reducción significativa de la capacidad tanto de buques como de contenedores”, dijo, y agregó que las tarifas más altas de flete y los retrasos fueron la consecuencia.
“Con los deportes volviendo a ocupar un lugar central este verano, logramos un trimestre muy exitoso”, dijo Rorsted, señalando el hecho de que las ventas en las categorías de futbol y al aire libre crecieron a tasas de tres dígitos.
La utilidad operativa del segundo trimestre aumentó a 543 millones de euros, en comparación con una pérdida operativa de 263 millones de euros un año antes, cuando los minoristas de todo el mundo se vieron obligados a cerrar durante la primera ola de la pandemia. Para el segundo trimestre dichos rubros fueron mejores de lo esperado por los analistas.
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