En las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que comienzan mañana martes en Washington, el tema principal que estará sobre la mesa es cómo acelerar el crecimiento para detener la etapa desaceleración global, en un contexto donde las tensiones comerciales son el principal freno para la actividad económica.
Otros temas que también serán relevantes por parte de los dos mayores organismos financieros internacionales serán el papel de la política fiscal para frenar el calentamiento global y los riesgos que implica para muchos países el financiamiento en dólares.
De acuerdo con las cifras publicadas por el FMI previo a las reuniones, se estima que en 2019 el crecimiento disminuya en casi 90 por ciento del mundo y que el efecto de la guerra comercial represente 700 mil millones de dólares en 2020.
Para las economías emergentes como México, el FMI considera que la puesta en práctica de importantes reformas en seis ámbitos clave al mismo tiempo (finanzas internas y externas, comercio, mercados de trabajo y de productos, y gestión de gobierno) puede duplicar la velocidad de convergencia del ingreso promedio hacia los niveles de vida de las economías avanzadas. Es decir, abundó, esto podría elevar los niveles del producto interno bruto (PIB) en más de 7 por ciento a lo largo de un período de seis años.
El Banco Mundial indicó que dado que la región de América Latina y el Caribe ingresó en una nueva etapa de bajo desempeño económico, una mayor integración al comercio internacional y a las cadenas de valor globales pueden reavivar el crecimiento económico.
Sistema financiero
Con respecto a la estabilidad financiera mundial, el FMI sostiene que si bien la regulación adoptada después de la crisis ha mejorado la resiliencia de los sectores bancarios en muchas dimensiones, estos mecanismos siguen siendo una fuente de vulnerabilidad para el sistema financiero mundial.
Pide Ceesp más inversión pública
Para propiciar un mayor crecimiento de la economía es indispensable contar con más inversión, ya que cifras indican que históricamente los niveles de ésta tanto pública como privada han sido reducidos, lo que limita el aumento del acervo de capital, empleo, productividad y crecimiento económico, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
El Ceesp expuso que de seguir esta tendencia a la baja, 2019 será el décimo año consecutivo con variaciones negativas en la inversión pública, y su importancia dentro del PIB seguirá decreciendo.