Después de Game of Thrones

FT Mercados

Apple, Netflix y Amazon apuestan para crear el nuevo éxito de la televisión, ahora que el fenómeno de Game of Thrones llega a su fin.

El presupuesto para la última entrega de Game of Thrones es de casi 90 mdd.
Tim Bradshaw, Anna Nicolaou y James Fontanella-Khan
Ciudad de México /

Muchas cosas han cambiado en Hollywood en los últimos ocho años, desde que HBO presentó la guerra entre los Stark, los Lannister y los caminantes blancos (White Walkers) en las pantallas de televisión de Estados Unidos (EU).

 HBO era considerada como la joya de la corona del imperio de medios Time Warner, que AT&T adquirió el año pasado en un acuerdo de 80,000 millones de dólares (mdd). Los resultados de HBO en 2018 se desglosaron antes de la compra de AT&T, generando 6,000 mdd de ingresos y 2,000 mdd de ganancias operativas. 

AT&T informó a finales de 2018, que HBO tenía 50 millones de suscriptores solo en EU, mientras que en el resto del mundo tenía 90 millones de usuarios. La programación de HBO está disponible en más de 150 países.

El fin de una era

 La temporada final de la fantasía épica Game of Thrones llega a una euforia de fanáticos que no se veía desde Harry Potter. El tráiler fue visto más de 50 millones de veces en YouTube. A lo largo de siete temporadas, el programa de televisión más ambicioso de nuestra era se ha convertido en un fenómeno al que los políticos y novelistas hacen referencia de manera casual como un sinónimo de la forma de ejercer el poder. 

El presupuesto de la última entrega de Game of Thrones, que inició este domingo y termina el 19 de mayo, es de casi 90 millones de dólares (mdd). El costo de cada uno de los seis capítulos que conforman la octava temporada, ronda los 15 mdd.

“A medida que aumentaron los presupuestos, el alcance y el drama se volvió enorme”, dice Melen Castor, profesora de la Universidad de Cambridge. 

Con esta cifra, HBO defiende uno de sus títulos más destacados de su catálogo de series. Además de ser la más premiada de la historia de la televisión, con 47 premios Emmy, también es una de las más caras. Hasta la temporada seis, el presupuesto promedio de cada capítulo era de 6 mdd. 

No obstante, para la culminación de la historia creada por George R.R. Martin, los productores concibieron cada entrega como una película al estilo de El Señor de los Anillos, hecho que elevó los costos de producción. A medida que el programa progresó, su audiencia superó el número original de fanáticos— el episodio piloto fue visto por 2.2 millones de estadounidenses — mientras que el final de la séptima temporada llegó a 12.2 millones de televidentes en EU. 

También ese año ocupó el lugar número uno como la serie con mayor piratería de la historia. En la actualidad, los gigantes de la tecnología como Apple, Netflix y Amazon gastan miles de millones de dólares para crear lo que esperan llegue a ser el próximo éxito de televisión después de Game of Thrones. Pero ¿cuál es la mejor manera de lograrlo?

El Dato.

80,000 mdd

es lo que pago AT&T por Time Warner, dueño de HBO

Un género que gobierna a todos

 The Wire, Mad Men y Breaking Bad marcaron el inicio de la era de oro de la televisión. Sin embargo, en comparación con los programas que se desarrollan en Apple, Amazon y Netflix, estos galardonados dramas comienzan a parecer parroquiales. “Después de Game of Thrones, todo lo que huele o se parece a esta serie es algo que emociona a la gente”, dice Mark Gordon, productor veterano de Hollywood, que el año pasado vendió una adaptación de las Crónicas de Narnia de CS Lewis a Netflix.

Es solo una de las docenas de historias épicas de fantasía que se encuentran en producción, junto con la adaptación de Amazon de El Señor de los Anillos, la versión de Netflix de las novelas The Witcher y Amazing Stories de Steven Spielberg, basada en los relatos de una revolucionaria revista de ciencia ficción.

 “Las historias brillantes dentro de los géneros de ciencia ficción, fantasía y aventuras suelen trascender más fácil las normas culturales”, dice Jesse Sisgold, directora de operaciones de Skydance Media, que produce una adaptación de la serie La Fundación de Isaac Asimov para el servicio TV+ de Apple.


 En los cines, los superhéroes aún dominan, gracias al atractivo de taquilla de Iron Man, Spider-Man y Batman. Las películas de The Avengers y sus derivados, recaudaron más de 15,000 mdd en ventas de boletos en el mundo para Walt Disney. 

Mark Gordon, presidente de eOne, negoció el acuerdo para llevar a Narnia a Netflix. “El argumento de ventas fue que no estaríamos vendiendo solo una película o un libro como serie. Hay más de 3,000 personajes en Narnia”, dice. Pero la demanda para ese tipo de historias posiblemente ya superó la oferta.

Aumentar el presupuesto

 A finales de marzo de 2011, Netflix tenía 23.6 millones de suscriptores y su servicio de streaming solo estaba disponible en EU y Canadá. Hoy su audiencia es seis veces más grande y gastó 12,000 mdd en efectivo en contenido el año pasado, que transmitió en sus 190 mercados. 

En el proceso, transformó la forma en que Hollywood hace negocios. En el pasado, empresas como la BBC o las compañías de cable, como HBO, transmitían un programa en sus mercados locales antes de intentar venderlo en el extranjero. Ahora, las plataformas de tecnología compran los derechos en el mundo. Sin embargo, para justificar ese gasto también deben buscar éxitos globales.

 “A medida que más resuena el contenido en todo el mundo, se justifica más el gasto adicional para la plataforma”, dice Sisgold. Pero ese tipo de presupuesto provoca problemas, incluso para compañías como Netflix. Un ejemplo de ello, es lo que ocurrió en noviembre de 2017, cuando Amazon superó la oferta de Netflix por los derechos del libro y las películas del El Señor de los Anillos de JRR Tolkien, por un total de 250 mdd en cinco series.

El diario estadounidense The Hollywood Reporter estima que el costo total de producción, incluyendo el casting y los efectos especiales, podría superar 1,000 mdd. Netflix dice que sus programas originales aportan una cantidad desproporcionada de nuevos suscriptores, lo que genera ingresos que, a su vez, aumentan la inversión en contenido exclusivo.

 Pero, a medida que incremente su presupuesto para contenido en línea con el crecimiento de suscriptores, el modelo solo funcionará si la audiencia efectivamente se expande. Apple y Amazon financian sus proyectos de televisión desde un negocio mucho más grande, lo que significa que pueden darse el lujo de soportar las pérdidas por más tiempo, siempre y cuando la gente compre iPhones o se suscriba a Prime.

El Dato.

15 mdd

es el costo aproximado de cada capítulo de la nueva temporada de Game of Thrones

Conseguir el talento

 Steven Spielberg criticó a Netflix por no tener un estreno pleno en cine de sus películas nominadas al Oscar, como Roma. No obstante, no parece tener las mismas preocupaciones sobre el nuevo servicio de transmisión de TV+ de Apple. A medida que se dibujan las líneas de batalla entre Apple, Amazon y Netflix, se alienta a los talentos de Hollywood a elegir bandos. 

Netflix logró firmar a Shonda Rhimes —la creadora de Scandal y Grey's Anatomy— y Ryan Murphy — el hombre detrás de las franquicias de American Horror Story—, con acuerdos de nueve cifras. 

Amazon firmó un convenio similar con Jordan Peele, director de Get Out y Us. La audiencia global y la relación directa con el público que Netflix, Amazon y Apple pueden ofrecer a los creadores de contenido es un fenómeno completamente nuevo en la industria del entretenimiento. 

De manera crucial, tienen control sobre las pantallas en casa, lo que les da una ventaja sobre los productores que deben confiar en las emisoras locales para su distribución. Así, Netflix pudo superar las malas críticas que recibió por su película de terror Bird Box, protagonizada por la actriz Sandra Bullock, y animó a cerca de 45 millones de espectadores a verla. 

“Si quieren que sea un éxito, probablemente lo pueden hacer un éxito... pueden ponerlo en la parte superior de la interfaz del usuario y meterlo a la fuerza”, dice Tom Harrington, analista de Enders Analysis.

 A pesar de que Apple, Netflix y Amazon pueden recurrir a la visualización de datos de sus enormes audiencias para informar sobre su servicios multimillonario, realmente nadie puede predecir cuál será el próximo Game of Thrones. “Nadie sabe qué tendrá éxito. Es una alquimia”, dice Harrington.


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