Las zonas de Estados Unidos que cuentan con un mercado desregulado en generación, transmisión y distribución de electricidad pagan más por esta potencia que entidades donde esto sigue en manos de un sólo controlador, afirmaron expertos a The New York Times.
Encontraron que los residentes que viven en un mercado desregulado pagan 40 dólares más (alrededor de 800 pesos) por mes por la electricidad que aquellos estados que permiten que las empresas de servicios públicos individuales controlen la mayor parte o todas las partes de la red. Las áreas desreguladas han tenido precios más altos desde 1998.
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“Después de que los números estén tan separados durante tanto tiempo, uno debe preguntarse si algo no está funcionando muy bien”, dijo Robert McCullough, investigador y consultor de energía que analizó los datos de tarifas de electricidad a pedido de The New York Times.
Una de las principales razones de que las áreas desreguladas tienen tarifas más altas es que las empresas de servicios públicos gastan más en líneas eléctricas para transportar electricidad a lo largo de cientos de kilómetros, mientras que los privados no lo hacen.
Los privados o entes desregulados tienen mínimas revisiones de autoridades estatales y federales; mientras que en áreas no desreguladas el control es mucho mayor.
Además, los precios de la energía al por mayor tienden a ser más altos en los mercados desregulados porque las ganancias que obtienen los proveedores de energía (empresas que están separadas de los servicios públicos que entregan electricidad a los hogares) compensan con creces cualquier ahorro para los consumidores de una mayor competencia y eficiencia.
En los mercados regulados, las únicas empresas de servicios públicos gestionan la totalidad o la mayor parte de la red, incluida la producción de energía y su suministro a hogares y empresas.
La desregulación de los mercados eléctricos es objeto de un intenso debate entre académicos, analistas, reguladores y ejecutivos de la industria de servicios públicos. Para críticos como McCullough, la brecha entre las tarifas eléctricas es un poderoso argumento en contra de la desregulación.
Pero muchos ejecutivos y académicos de energía, incluido William W. Hogan, profesor de política energética global en la Escuela Kennedy de Harvard, sostienen que permitir que más empresas generen electricidad y la comercialicen en los mercados mayoristas hace que el sistema sea más eficiente.
Algunos funcionarios, incluso en la administración del presidente Joe Biden, argumentan que los enfoques regionales de la electricidad son esenciales para combatir el cambio climático al facilitar que muchas empresas construyan parques eólicos y solares y los conecten a la red.
Según los defensores de la desregulación, depender de pocas grandes empresas de servicios públicos haría que el esfuerzo fuera mucho más largo.
Otra razón por la que las tarifas son altas en zonas desreguladas es que los mercados mayoristas de energía están diseñados para pagar a todos los proveedores de electricidad en un área determinada la misma tarifa.
Ese costo está vinculado a un proveedor relativamente caro, a menudo una planta de energía de gas natural, para garantizar que haya suficiente electricidad para satisfacer la demanda.
En la práctica, eso significa que incluso los productores de energía de menor costo, como los parques solares o eólicos, reciben la misma compensación que los proveedores caros.
“La competencia debería haber hecho bajar el precio de la energía, pero efectivamente ha dejado a los consumidores pagando más por energía que debería haber sido relativamente barata”, dijo Tyson Slocum, quien dirige el programa de energía en Public Citizen, un grupo de investigación y defensa fundado por Ralph Nader. “Estos mercados en realidad no son muy eficientes. No siempre son la opción de menor costo”.
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Brien Sheahan, quien fue presidente de la Comisión de Comercio de Illinois, dijo que los costos de la energía podrían seguir aumentando rápidamente en los próximos años, en parte porque las empresas de servicios públicos gastarán cientos de miles de millones de dólares en la red para abordar el cambio climático y lidiar con extremos climáticos más devastadores.
Si bien ese gasto eventualmente podría generar ahorros y una red más confiable, probablemente aumentará las tarifas a corto plazo.
Sheahan dijo que es probable que los costos aumenten más en los estados desregulados, como Illinois, porque habrá menos controles y equilibrios sobre cómo gastan el dinero las empresas de servicios públicos que en los estados regulados. “Simplemente va a empeorar”, dijo.
srgs