El poder adquisitivo de las familias poblanas cayó 30 por ciento en este año ante los incrementos de precios de alimentos, productos y servicios; sin embargo, el problema es que continuará el fenómeno a lo largo del resto de este año y en parte de 2023.
De acuerdo con el análisis de Marcos Felipe Gutiérrez Barrón, investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), el entorno inflacionario provocado por factores internos y externos perjudica a las familias con menos ingresos.
“El poder adquisitivo se estima que puede ser entre un 20 y 30 por ciento en lo que va de este proceso inflacionario. El problema no es ese, el problema es que todavía vamos a seguir viendo una inflación alta”, explicó el especialista.
El índice de Precios al Consumidor (INPC) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) registró un incremento anual de 8.55 por ciento en Puebla capital; mientras que en Izúcar de Matamoros se colocó en 9.03 por ciento, en el mes de septiembre, tras incrementos en diferentes alimentos y en la electricidad.
Los incrementos de 10.84 por ciento de los alimentos, bebidas y tabaco; así como alzas de 5.35 por ciento en los servicios impactaron en la pérdida del poder adquisitivo de las familias poblanas que cuentan con los mismos ingresos, pero ya no les alcanza para adquirir lo mismo.
Ante el panorama, el investigador resaltó la importancia de que las familias estén al pendiente de sus ingresos y de sus gastos para evitar endeudamientos.
Respecto al Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic) que impulsa el gobierno de México, Gutiérrez Barrón comentó que resulta insuficiente ante los niveles de incrementos de productos y servicios.
Explicó que el programa del gobierno de México en conjunto con parte de los representantes de la iniciativa privada no ataca las causas de la inflación ni genera condiciones para evitar los aumentos de precio, ante lo cual, sus resultados serán limitados.
AFM