No sabemos si el dinero en efectivo quedará obsoleto con el paso del tiempo, sobre todo en un país como México con altos índices de informalidad y poca inclusión financiera; pero lo que sí es evidente es la evolución de los métodos de pago y la digitalización de los servicios bancarios.
Una prueba de este avance tecnológico es Dinero Móvil (DiMo), una plataforma desarrollada por el Banco de México (Banxico) que permite hacer transferencias hacia cualquier número celular de forma rápida y segura, sumándose a otros métodos de pago como SPEI y CoDi.
Puesta a disposición de los bancos participantes del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) en febrero de 2023, esta plataforma simplifica el envío y recepción de dinero permitiendo, a su vez, que cada vez más mexicanos tengan acceso a servicios financieros.
¿Cómo funciona DiMo?
Este método de pago electrónico funciona a través de la infraestructura del SPEI, pero a diferencia de una transferencia convencional no es necesario que conozcas la clave básica estandarizada (CLABE) o el número de tarjeta de la persona a la que le vas a pagar, basta con que tengas su número celular conformado por 10 dígitos.
Para ello, aclara el Banxico, los bancos deben permitir a sus clientes asociar el número de celular a su cuenta de depósitos. Este mismo teléfono puede ser vinculado a cuentas de otros bancos, pero solo a una en cada institución financiera.
Una vez que el usuario haya completado la asociación podrá comenzar a enviar o recibir transferencias a su cuenta utilizando su número de celular como identificador de cuenta beneficiaria.
“Los bancos no deben requerir que el servicio de telefonía celular sea proporcionado por una compañía específica para poder asociar la cuenta con el número de celular”, señala el banco central.
Los propios bancos reconocen como una de las fortalezas competitivas de esta solución la gran penetración de la telefonía móvil en el país para hacer más ágiles las transferencias. Al cierre de 2022 había casi 136 millones de líneas del servicio móvil de telefonía, de acuerdo con datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Además, con la implementación de DiMo las instituciones financieras impulsan la reducción de los pagos en efectivo, ofreciendo una alternativa para poder hacer transferencias de forma segura de persona a persona.
BBVA y Santander, los primeros en adoptar DiMo
El Banco Santander y BBVA fueron las primeras dos instituciones en adoptar este nuevo método de pago, ofreciendo a sus clientes desde mediados de 2023 la posibilidad de realizar pagos mediante DiMo.
Adelantándose a su competencia en su implementación, el 11 de junio de 2023 el banco BBVA México puso a disposición de sus 20 millones de clientes móviles la funcionalidad de DiMo en su app.
Con un monto promedio estimado por transacción de 400 pesos, BBVA prevé alcanzar un total de 10 mil millones de pesos en envíos en su primer año de operación, contribuyendo a la disminución del uso del dinero en efectivo de los usuarios de servicios financieros.
“La transformación digital de la banca debe democratizar los servicios financieros, poniendo a disposición de los usuarios soluciones tecnológicas que les ayuden a tener un manejo eficiente de sus finanzas”, dijo citado en un comunicado el director general de Soluciones al Cliente de BBVA México, Hugo Nájera Alva.
El directivo explicó que al usar la infraestructura del SPEI los usuarios de DiMo tienen la certeza de que cada transacción se realiza “de forma segura, con trazabilidad y tranquilidad tanto para el emisor como para el receptor”.
Un mes después Santander México también anunció la incorporación de DiMo a su app, con la expectativa de que hacia 2024 se realicen cerca de 120 millones de transferencias a través de esta plataforma.
Con la incorporación de DiMo en la app SuperMóvil de Santander el banco se comprometió a impulsar la inclusión financiera y la sustitución de efectivo por métodos de pago eficientes, sin costo y seguros para los clientes.
“Ponemos al alcance de nuestros clientes la plataforma DiMo, que anticipamos será transformadora en las formas de pago en México, al simplificar las transferencias usando sólo como referencia el número celular del beneficiario, como ya hemos visto en países como España, Estados Unidos o Brasil”, apuntó en conferencia Matías Núñez Castro, director general adjunto de Digital, Innovación y Canales de Santander México.
A partir de entonces, los clientes de Santander México tienen a su alcance un botón en la app SuperMóvil para hacer operaciones con DiMo; además, se agregó el token como elemento de seguridad a fin de validar cada operación.
Hasta el momento solo estas dos instituciones financieras han incorporado a sus respectivas aplicaciones móviles la opción para hacer pagos vía DiMo, pero se prevé que en lo que resta del año más bancos se sumen.
Universo de métodos de pago
El Banxico define a un método de pago como un “conjunto de instrumentos, procedimientos bancarios y, por lo general, sistemas interbancarios de transferencia de fondos que aseguran la circulación del dinero”.
A su vez, los métodos de pago se clasifican en dos grupos: los de alto valor y los de bajo. Los primeros se caracterizan por ser transacciones urgentes y que se liquidan el mismo día, mientras los segundos son pagos con esquemas de liquidación diferida.
En México, los sistemas de pago de alto valor son el SPEI, que permite transferir dinero de manera casi instantánea; DALÍ, donde se liquidan todas las operaciones con títulos del mercado de valores; y SIAC, el medio por el cual el Banxico provee de liquidez a los bancos.
Por su parte, los sistemas de pago de bajo valor están constituidos por cheques, transferencias electrónicas de fondos, domiciliaciones y tarjetas bancaria, de acuerdo con el banco central mexicano.
Según el estudio Estado de la inclusión financiera después del covid-19 en Latinoamérica y el Caribe de Mastercard y Americas Market Intelligence, en la región el método de pago más usado es el dinero en efectivo, con una frecuencia de transacciones diarias o semanales de 72 por ciento.
Las tarjetas de débito y crédito ocupan el segundo y tercer lugar, con 61 y 47 por ciento, respectivamente. Le siguen los depósitos bancarios y los pagos digitales, con 47 y 33 por ciento.
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