Ante la publicación del decreto para regularizar los autos usados importados de manera ilegal, también llamados chocolate, en 10 entidades del país, distribuidores de autos de estas localidades prevén que se podrían caer sus ventas hasta 30 por ciento por esta situación.
Juan Pablo Arriaga, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) en Michoacán, expresó a MILENIO que las ventas de autos nuevos podrían caer este año, entre 20 y 30 por ciento, con motivo del decreto, lo que a la vez impactará en los empleos que brinda este sector.
“Se verá muy mermada la venta de autos este año 2022, entre 20 y 40 por ciento, y se seguirán reduciendo empleos en las empresas distribuidoras de automóviles.”, aseveró.
De los 10 estados que contempla el decreto, que son Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas, Durango, Michoacán y Nayarit; en los tres últimos, la regularización comenzó desde el viernes.
“En fechas recientes, el alto número de vehículos de procedencia extranjera en la capital, ha comenzado a copar las calles de la mancha urbana, situación, que, gradualmente, ha contribuido a la disminución de ventas en agencias.” dijo Daniel García, gerente comercial de autos seminuevos en Ford Durango.
Guillermo Rosales, presidente de la AMDA a nivel nacional, refirió que el impacto en el mercado podría ser menor, en comparación a la regularización efectuada en el sexenio del presidente Vicente Fox, cuando se tuvo una reducción en ventas de 40 por ciento.
“Lo que es un dato histórico, entre 2006 y 2009 hubo una caída cercana al 40 por ciento del mercado automotor. Esto no creo que llegue a suceder en tal magnitud, en virtud de esto está acotado a seis meses, tiempo excesivo, pero lo más importante es que se tomen las medidas para evitar que se sigan importando autos de contrabando.”, indicó en conferencia de prensa.
En cuanto a los resultados de ventas por entidad, resalta que Michoacán acumula caídas en la comercialización de vehículos nuevos desde 2017, a lo que se suma que su participación de mercado en todo el país concentró solamente el 2.1 por ciento del total el año pasado.
Por su parte, Durango, que tuvo una participación de mercado de 0.9 por ciento, hiló cuatro bajas anuales consecutivas desde 2017, lográndo un aumento de 8.6 por ciento en 2021, pero que no logra retomar el 24.4 perdido el año inmediato anterior. Nayarit, con una participación de 0.8 por ciento, acumuló bajas de 2018 a 2020.
Por su parte, Brais Álvarez, gerente de cuentas de J.D. Power, expresó a MILENIO que la regularización de estos “autos chocolate” provocará impactos en las ventas de autos nuevos, lo que se terminará reflejando cuando concluya este año, pues influirá en hacer dudar a los consumidores si comprar un auto nuevo o adquirir uno de dichos vehículos.
“Todavía no vemos el impacto en números, porque obviamente va a tener cierto desfase, yo creo que lo vamos a ver durante este año...Sí, creo que (el decreto) hará dudar a más clientes en comprar un vehículo nuevo.”, sostuvo.
De las 10 entidades que contempla la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Sonora, de 2017 a 2020, se tuvieron variaciones anuales negativas en cuanto a ventas.
Estos autos “chocolate” han sido llamados incluso como “basura automotriz” al no cumplir con los estándares necesarios, ni en materia ambiental ni de seguridad, para circular en Estados Unidos; razón por la cual terminan llegando a México.
Por su parte, Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA, señaló, en conferencia de prensa, que ya está evaluando el emprender acciones legales ante el decreto de regularización, no solo por los impactos que significará al mercado, sino también por las afectaciones que causa a “valores fundamentales."
Precisó que, en cuanto se publicó el decreto, éste fue transferido a los asesores legales del organismo para hacerle una revisión puntual.
“No descartamos ninguna de las acciones que nuestro marco constitucional nos brinda en el legítimo derecho de defender nuestros intereses.”, expresó a petición de MILENIO.
Asimismo, aseveró que, “en primer término, una afectación al medio ambiente, en segundo término, riesgo a la salud y algo fundamental, la protección a la vida humana por el reconocimiento, la regularización de vehículos que evidentemente no cumplen con las condiciones mínimas para poder circular bajo esquemas de seguridad."
Ha sido tanta la presencia de estos “autos chocolate” que, pese a que no existe un registro exacto sobre su importación, distribuidores consideran que en algunas entidades estos llegan a representar hasta el 70 por ciento del parque vehicular.
AMT