El euro llegó a su nivel más bajo en 20 años, cotizando al mismo nivel que el dólar, es decir, tuvieron el mismo valor, pero ¿qué representa esto?
En 2002 fue la última vez que estuvo por debajo de un dólar por euro y cotizó medio año entre 0.95 y 1.00, de acuerdo con la economista de Banco Base, Gabriela Siller; ni con la crisis de los altos déficit fiscales se depreció tanto el euro.
En esta ocasión la depreciación se debe a que el Banco Central Europeo (BCE) va tarde en alza de tasas de interés y además no tiene tanto espacio para subirla. En contraste, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, mantiene una política de aumentos agresivos en la tasa de referencia para así garantizar la estabilidad de la economía más grande del mundo.
¿Qué está pasando con el BCE?
El BCE es el banco central de la eurozona; éste tiene como mandato principal (al igual que otros bancos centrales) mantener la inflación baja y estable alrededor del 2 por ciento. Mientras que para administrar la política monetaria cuenta con tres tasas de interés:
1) refinanciamiento
2) facilidad marginal de crédito y
3) depósito.
Estas tasas se ubican en 0, 0.25 por ciento y -0.50 por ciento, respectivamente. Las primeras dos están en ese nivel desde 2016, mientras que la última desde 2019. Durante la pandemia de covid-19, el BCE no movió sus tasas de interés, pero realizó compras mensuales de bonos. Es decir, inyectó dinero a la economía.
La zona del euro también enfrenta, igual que el resto del mundo, una alta inflación provocada por la pandemia. Sin embargo, con la guerra entre Rusia y Ucrania los precios de los energéticos han subido aceleradamente en Europa, presionando más a la inflación que se mantiene en 8.6 por ciento.
La eurozona está conformada por 19 países, cada uno con sus propios problemas, de acuerdo con Siller. Si administrar política monetaria para un país es complicado, administrarla para 19 países en conjunto es un reto mayor, por las diferencias en inflación, crecimiento económico y vulnerabilidad.
¿Qué sigue?
Los analistas prevén que en julio el BCE suba su tasa de interés en 25 puntos base y que haga otros dos movimientos más al alza de igual magnitud y uno de 50 puntos base. Con lo anterior, la principal tasa del BCE terminaría en un nivel de 1.25 por ciento.
Mientras que la política monetaria de la Fed, que ha subido su tasa este año en 150 puntos base y podría subirla 175 puntos base, para cerrar el año con una tasa de interés de 3.5 por ciento, estas decisiones han fortalecido al dólar lo que ha depreciado al resto de las divisas.
¿Hasta cuando durará esta situación?
Con esto, es posible que el euro continúe su depreciación frente al dólar, lo que implica que los productos y servicios en euros serán relativamente más baratos que los de Estados Unidos. ¿Las consecuencias? El turismo y comercio podría incrementarse, ayudando un poco a la zona euro, pero agregando una mayor presión a la inflación.
Según James Salazar, subdirector de análisis de CI Banco, es probable que se trate de un efecto de corto plazo que cambie en cuanto el BCE comience con el aumento de tasas de interés en los próximos meses.
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¿Y eso, en que me afecta?
Si eres un turista, viajar a la zona euro será muy atractivo ahora, toda vez que el precio de los productos y servicios será “más barato”.
En México, al no tratarse de una competencia directa y ya que los productos que se comercializan y se exportan desde aquí son diferentes.
Lo que sí le afecta al país, al igual que al resto del mundo, son los aumentos de la tasa de interés de la Fed; a la par, en el caso de que la sonada recesión pegue en Estados Unidos, México sería uno de los principales afectados por una desaceleración económica marcada, menos exportaciones y una baja en las remesas que llegan desde el exterior.
MRA