El dólar se fortalece acercándose a un máximo de seis meses frente al yen mientras los inversionistas optaban por activos más riesgosos, animados por señales de que las tensiones comerciales no han dañado aún el impulso económico.
Ante el comienzo de la temporada de publicación de los resultados corporativos del segundo trimestre, los inversionistas parecen estar ignorando la profundización del conflicto comercial entre Estados Unidos y China.
En vez de eso, se están centrando en los aceptables datos económicos, incluidas las favorables cifras de empleo en Estados Unidos y una saludable alza de las exportaciones alemanas, que hicieron subir al dólar y al euro.
Los expertos esperan que la Reserva Federal suba las tasas de interés dos veces más este año, en un momento en que otros bancos centrales se resisten a ajustar sus políticas monetarias.
El dólar podría experimentar un mayor impulso si el reporte sobre la inflación en los precios al consumidor en Estados Unidos supera las expectativas cuando se publique el jueves.
Un amplio apetito por el riesgo en los mercados aprecia al dólar frente a su par japonés, que suele ser comprado en tiempos de incertidumbre política. En la mañana subía un 0.5 por ciento, a 111.35 yenes, aproximándose a un máximo de seis meses.
Por su parte, la libra esterlina recuperaba algunas de las pérdidas sufridas en la víspera, después de que dos ministros renunciaron por los planes de Brexit del gobierno.
El índice dólar, que compara al billete verde con una cesta de seis divisas, mejoraba un 0.3 por ciento, a 94 mil 374, tras caer el lunes a 93 mil 711, su cota más reducida desde mediados de junio. Esto frenó el avance del euro, que perdía un 0.4 por ciento, a mil 1706 dólares, en camino a su mayor declive diario frente al dólar en más de una semana.
MCM