El peso acumula pérdidas desde hace algunas semanas, en parte por la incertidumbre para inversionistas propia del cambio de gobierno, pero también por factores externos, y tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos el dólar romperá la barrera de los 21 pesos por unidad, según analistas de Banorte.
El martes 5 de noviembre los ciudadanos estadunidenses votarán para definir quién tendrá las llaves de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años: Kamala Harris o Donald Trump. La falta de tendencias claras en las encuestas genera nerviosismo entre economistas.
"En la medida que la elección (estadunidense) domina la narrativa del mercado, las tasas norteamericanas se han presionado reflejo de una expectativa asociada a posibles políticas más agresivas en el frente comercial, así como una posición fiscal más expansiva en este país. Este impulso también ha beneficiado al dólar", explican los expertos.
En su reporte semanal 'Estrategia de Renta Fija y Tipo de Cambio', el banco pronostica una subida en el tipo de cambio a niveles no vistos desde el 2022, algo que no suena descabellado si tomamos en cuenta la caída que ha experimentado el antes llamado 'super peso'.
Para muestra un botón: durante octubre la moneda mexicana tuvo su peor desempeño en dos años, en parte por declaraciones de uno de los candidatos presidenciales, aunque también por las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) mantenga su tasa de interés sin cambios, según analistas de Reuters.
De vuelta a las elecciones, no solo está en juego la Presidencia de una de las mayores potencias a nivel mundial, sino también la composición del Congreso estadunidense. Esto quiere decir que los ciudadanos elegirán qué tanto poder tendrá el nuevo titular del Ejecutivo para promulgar leyes o incluso reformar la Constitución.
"La poca claridad sobre quién aventaja en encuestas y cuál será la combinación parlamentaria, así como la posibilidad de un retraso en los resultados, generan un escenario con volatilidad potencialmente más fuerte en los siguientes días, limitando el atractivo de posiciones en tasas domésticas por el momento", comenta Banorte.
El Banco de México determinó que el tipo de cambio al cierre de la semana pasada fue de 20.09 pesos por dólar, pero según Banorte en los próximos días podría alcanzar un máximo de 21.10 unidades por billete verde.
"Consideramos que ninguna combinación está descontada por completo y la asimetría en la operación es particularmente elevada para activos mexicanos", advierten analistas de banco.
La economía mexicana permanece estable, incluso el Fondo Monetario Internacional extendió una línea de crédito para el país de 35 mil millones de dólares. Sin embargo, un giro en la estrategia financiera de Estados Unidos pondría en jaque al peso.
Por ejemplo, Donald Trump ha prometivo en varios actos de campaña que impondrá aranceles "del 100, 200 o 2 mil por ciento" a productos fabricados en México, con el objetivo de impulsar la industria estadunidense, en detrimento del nearshoring.
Esto pegó a las inversiones extranjeras, y hasta Elon Musk puso en pausa su tan anunciada fábrica en Nuevo León, hasta que tenga certeza de quién ganó la elección (mientras él espera desde la esquina del Partido Republicano).
En resúmen, la incertidumbre propia del cambio de régimen afectará directamente el tipo de cambio, pero para fin de año esto puede estabilizarse.
"La coyuntura pudiera elevar al peso mexicano a niveles cercanos a 21.00, tomando en cuenta las volatilidades implícitas y la experiencia de 2016. Mantenemos estimado de cierre de año en 19.90 pesos por dólar", concluyen los expertos.
SNGZ