Negocios entre consumidores, nueva evolución del e-commerce

Edición Fin de Semana

Tendencia. El crecimiento de más de 50% en tratos directos por parte de particulares anima a plataformas a modificar su modelo y cobrar comisión a los compradores: McKinsey.

El auge del comercio electrónico continuará en lo que resta de la pandemia y aun después de la crisis sanitaria. ESPECIAL
Sebastián Díaz Mora
Ciudad de México /

El ocio resultó ser un impulsor del e-commerce. Durante la pandemia, millones de personas escombraron sus guardarropas, sótanos o cocheras, para hallar una mina de oro: la venta de artículos que ya no usaban, pero que podían convertir en dinero a través de plataformas como Mercado Libre, Facebook Marketplace, Segunda Mano o eBay.

Ese fenómeno es lo que explica el auge que ha experimentado el comercio electrónico entre particulares durante el covid, que de acuerdo con un análisis de la consultora estadunidense McKinsey & Company impactará en el crecimiento del comercio electrónico en lo que resta de la pandemia y aun después de la crisis sanitaria.

A diferencia del comercio que se da a través de plataformas como Amazon entre empresas y consumidores (conocido como Business to consumer o B2C), McKInsey distingue una nueva categoría para el comercio electrónico de consumidor a consumidor (o C2C), es decir, el intercambio de bienes de segunda mano entre particulares, al que ya miran las plataformas como una incipiente nueva unidad de negocios, o al menos una nueva forma de ingresos en el mediano plazo.

Un auge inusitado

Durante la crisis “a las plataformas B2C les ha ido particularmente bien”, dice el reporte de la consultora estadunidense y añade que “hay otra historia de éxito de e-commerce que no se cuenta tanto: el crecimiento de plataformas C2C”.

Según McKinsey, las principales plataformas de comercio electrónico entre particulares en Europa han subido sus ventas desde el inicio de la crisis desatada por el coronavirus, con crecimientos de más de 50 por ciento en comparación con los niveles pre pandemia.

En México, 47 por ciento de los consumidores de 16 a 64 años compraron un bien usado durante 2020, según una encuesta realizada por Statista.

Esto coloca al país al mismo nivel porcentual de Estados Unidos, en donde también 47 por ciento consumió al menos un bien de segunda mano, y por encima de naciones como China y Brasil, con niveles de 41 y 42 por ciento, respectivamente.

Aun así nuestro país se encuentra por debajo de naciones europeas como Polonia y Reino Unido, donde al menos la mitad de los encuestados dijo haber comprado un bien usado.

Hacia un nuevo modelo

Pese al crecimiento que ha experimentado, el mercado de segunda mano online aún tiene una ventana de oportunidad para expandirse: una reforma al modelo de negocios que inventó Pierre Omidyar, fundador de eBay, en 1995.

En ese entonces, Omidyar recién había inaugurado su plataforma online, cuando fue víctima del incremento de tarifas de sus proveedores de internet, por lo que decidió aprovechar la ventaja de su al alto tráfico, para paliar este costo extra, mediante el cobro de una fracción del pago recibido por los vendedores en cada bien enlistado en la página.

Hasta ahora, en muchos sitios prevalece este esquema de ingresos de cobrar una comisión al vendedor por cada producto que ofrece en la plataforma; es decir, el usuario paga para que sus productos aparezcan en el inventario.

Otras plataformas, en lugar de pedir una cuota por producto, han establecido un modelo en el que le cobran una tarifa al vendedor sobre cada bien comerciado.

Sin embargo, McKinsey asegura que puede fomentarse un mayor crecimiento si se transita de ese modelo tradicional que le carga el costo al vendedor a uno en el que sea el comprador quien pague una tarifa.

La lógica del modelo tradicional de no cobrar a quienes adquieren los productos es que la gratuidad de la plataforma atrae a la mayor cantidad posible de compradores. No obstante, McKinsey sugiere que hay una forma más eficaz de granjearse el mayor número posible de consumidores.

“El supuesto es que al remover obstáculos al suministro habrá más vendedores y por lo tanto más inventario, lo que de hecho va a atraer más compradores y más vendedores”, explica la consultora.

Además, resalta, este modelo también ha generado un “interés considerable” entre los inversores. Vinted, una plataforma con el modelo de cobro a compradores, tenía una valuación de mil millones de euros (mde) a finales de noviembre de 2019; para mayo de 2021, su valor ya era de 4 mil 200 mde.

Los más populares

La consultora aplicó en tres países europeos una serie de encuestas a usuarios de plataformas C2C, las cuales arrojaron que 30 por ciento de los encuestados aseguraron que estaban consumiendo más bienes usados.

Además, a partir de las encuestas se descubrió que los tipos de bienes de segundo mano más populares entre los compradores europeos son los de moda (ropa) y familiares (como juguetes).

Algo similar ocurrió en el caso de México, según Statista, pues la ropa usada fue el producto de segunda mano más comprado en 2020, seguido de aparatos electrónicos y de la categoría de bienes de libros, películas, música y juegos.

McKinsey estima que en Europa la categoría de artículos de moda y familiares de segunda mano vale alrededor de 6 mil millones de euros y pronostica un crecimiento de 35 por ciento en los próximos cuatro años, ya en la era posterior a la emergencia sanitaria.

En cuanto a las razones por las que las personas están comprando más bienes de moda o familiares en tiendas de segunda mano, la principal fue ahorrar dinero, con entre 60 y 70 por ciento de las respuestas, mientras que 38 por ciento argumentó que quería producir menos desperdicios.


MRA

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