La Junta de Gobierno del Banco de México aseguró que la economía ha entrado en una fase de “desinflación” debido a que diversas presiones se han mitigado, esto pese a que el indicador aún se mantiene en niveles altos, por lo que la tomaron la decisión de mantener la tasa de referencia en niveles altos por un periodo prolongado.
La desinflación ocurre cuando la inflación disminuye, pero el precio de los productos y servicios no baja, es la deflación la que implica la caída generalizada de los precios.
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La inflación general interanual en México se ubicó en 6 por ciento en la primera mitad de mayo del 2023, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este fue su menor nivel desde la primera quincena de septiembre del 2021, cuando los precios al consumidor aumentaron en 5.58 por ciento.
Esta conclusión se dio luego de que la Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques inflacionarios y de sus determinantes, así como la evolución de las expectativas de mediano y largo plazos, y el proceso de formación de precios.
“Consideró que se ha entrado en una fase de desinflación debido a que diversas presiones se han mitigado. Sin embargo, juzgó que estas siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo”.
Con base en lo anterior y tomando en cuenta la postura monetaria alcanzada en este ciclo alcista, la Junta de Gobierno, con la presencia de todos sus miembros, decidió por unanimidad mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11.25 por ciento.
Con esta decisión, aseguró en su minuta correspondiente a la decisión de mayo, que la postura de política monetaria se mantiene en la trayectoria requerida para lograr la convergencia de la inflación a su meta de 3 por ciento dentro del horizonte de pronóstico.
“La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas. Estima que el panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza”.
Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento, considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado. El banco central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.
srgs