Su sueño no era viajar, sino mostrar al mundo la belleza de su natal Sevilla. A 31 años de fundar City Sightseeing, la mente de Enrique Ybarra Valdenebro ahora se ocupa en forjar ideas para que en 2030 den tours con aparatos voladores u ofrecer experiencias de realidad virtual, inteligencia artificial y otras, asociados a conocer los sitios más emblemáticos del planeta.
Aunque alguna vez intentó entrar a México con su empresa, las negociaciones no fructificaron, sin embargo, para Ybarra, es un destino “muy importante” que aún tiene en la mira.
Este año, espera que su negocio regrese a los niveles de 13 millones de viajes vendidos que tenían en 2019, previo a la pandemia; pues el total de la industria que vende 80 millones de boletos, tuvo que parar durante 17 meses.
El inicio del viaje
Aún era estudiante cuando pensó en aprovechar el turismo que llegaría a Sevilla por la Expo Universal y de paso por las Olimpiadas en Barcelona, ambas en 1992. Importó dos tranvías de San Francisco, California, donde estudió 6 años y diseñó un tour. “Durante meses yo mismo hacía los tours, vendía los tickets en la calle, así fueron mis comienzos”.
Pero la Guerra del Golfo cortó el flujo del turismo y tuvo que reinventar su empresa para relanzarla en 1999 como City Sightseeing, con nuevo modelo de negocios y mirada global.
“Creé la marca y una empresa para implantar el mismo know how en todas las ciudades, con una sola central comercial, de marketing y de compras en volumen para crear economía de escala”.
¿Cuántos buses significa eso?
Hablamos de una flota de unos mil 600 vehículos… autobuses la mayoría, pero cuando vimos que la marca iba siendo reconocida, empezamos con barcos; además lanzamos walking tours y queremos seguir innovando e incorporar nuevas experiencias.
¿Cuánto vale este mercado?
A escala global son unos 80 millones de viajeros, y de esos, nosotros en 2019 tuvimos 13 millones. Este 2023 creo que volvemos a llegar a esos números.
¿Qué hizo populares los tours?
Cambiamos la forma de visitar los sitios de interés turístico como museos, monumentos, para convertirlos en la experiencia que te conecta con las vivencias locales. Eso le da mucho valor a nuestro servicio no sólo para viajeros sino a empresas.
Incluso diría que nos hemos convertido en un player importante en la descentralización de las zonas calientes de turismo, para llevar al turismo a otros puntos que sin un servicio como este no llegarían.
También fue hacer training de guías para que gente del barrio dé ese tour sightseeing e hiciesen los walking tours. La verdad tuvo mucho éxito. Ahora ellos mismos han creado su propio negocio.
¿Es como una armar una cadena de producción?
Totalmente. Hoy en el turismo es importantísimo desarrollar la economía local, no solo el negocio. Al mismo tiempo, eso influye en el desarrollo mundial.
¿Cuáles son las regiones de mayor crecimiento?
Esto es un modelo de negocio con origen en Europa y claro, ahí está más consolidado, pero donde hay más potencial es en el sudeste asiático. Aquí en África y en Latinoamérica hay muchísimo potencial. Estamos en Panamá, en Cartagena y en Lima. Nos gustaría entrar en otros países.
¿Y en México?
Ahora no, pero nos encantaría estar en México y en algún momento tenemos que llegar. Sí hemos explorado el mercado, es muy importante.
Mi filosofía desde que relancé la empresa es que si vamos a un destino, es en alianza estratégica con un socio local, porque hace la curva de aprendizaje más corta.
No lo hemos puesto como prioridad, porque desarrollamos otros mercados como Oriente Medio, pero en los próximos años nos gustaría encontrar el partner adecuado y desarrollar México.
¿Qué se necesita para iniciar un nuevo mercado?
Son tres cosas básicas: el contenido, para que podamos crear experiencias; el volumen de turistas, que ya exista en el lugar; y la facilidad que nos pueda dar la administración pública.
¿Cuánto hay que invertir?
Todos los destinos están bajo un modelo de franquicia, muchas nos la quedamos y gestionamos, pero a veces el 100 por ciento es otra empresa la que realiza la inversión. En un destino medio, con flota de 10 vehículos, hablamos de unos 4 millones de dólares.
¿Qué porcentaje de las franquicias son propias?
Prácticamente 30 por ciento las gestionamos directamente; del resto tienen siempre todo el apoyo, el soporte internacional, la comercialización, la promoción, o sea, estamos directamente implicados también en el día a día.
¿Es un buen negocio?
Depende mucho del mercado. Hay algunos muy difíciles y lleva años rentabilizarlos, otros son más asequibles. Depende de muchos factores como los costos de exportación, pero podríamos hablar de un 10 por ciento o algo así.
¿Cómo ve los próximos años?
Estuvimos totalmente cerrados 17 meses con cero ingresos y por eso ahora mismo lo que pensamos es consolidar el negocio. Esperamos que al cierre de 2023, o al entrar el año que viene, estar en los mismos números de 2019, pero eso no quiere decir que nos hayamos recuperado. Se necesitan aún años, Todo va navegando bien, que es lo importante.
¿Cuáles son los retos a futuro para su empresa?
El principal reto es por supuesto la sostenibilidad, no solo en nuestra empresa, sino de los destinos. Y también la tecnología, que avanza rapidisimamente, por ejemplo, la inteligencia artificial va a dar un cambio importante a la industria.
En la sustentabilidad, ¿cambiarán a vehículos eléctricos?
Ahora mismo los costos de inversión es de tres veces más que un vehículo normal. Si un vehículo cuesta 300 mil dólares, un electrico será de 800 mil y además la tecnología no está totalmente probada, no son rentables todavía. Hay que esperar un poco.
Si la administración pública de los destinos quiere que se incorporen esos modelos, debe de haber algún tipo de apoyo financiero, porque hasta que no bajen los precios, será muy difícil la inversión.
¿La IA cambiará sus contenidos?
De hecho estamos ya desarrollando con una empresa de Inteligencia Artificial una herramienta para que el viajero, sin importar de dónde sea, tenga en su idioma pregrabado del recorrido de la experiencia.
También vamos a buscar que el propio cliente pueda hablar con la aplicación, le pregunte sus intereses, lo que le gustaría del destino, y la inteligencia artificial instantáneamente le hará un itinerario o experiencia acorde a sus inquietudes, por lo tanto van a ser recorridos muy personalizados.
Esto le dará un valor al cliente tremendo porque no tendrá que escuchar una narrativa que no le interese.
¿Cuando estará listo?
Yo creo que a finales del 24. El año que viene estaremos probando esta herramienta en algún destino.
¿Cómo imagina los recorridos del futuro?
Estoy seguro que también veremos otros modelos para explorar ciudades, veremos la movilidad aérea con drones, nosotros ya estamos estudiando posibilidades y creo que para 2030 se verán experiencias turísticas por el aire en muchos destinos.
EDD