El futuro incierto del nuevo Aeropuerto de México

FT Mercados

El NAIM podría ser la última oportunidad para realizar un proyecto de infraestructura a largo plazo.

La construcción del NAIM lleva un avance de 31.5% y será el segundo aeropuerto más grande en el mundo (AFP).
Guillermina Ayala
Ciudad de México /

El Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) será el segundo aeropuerto más grande en construcción en el mundo, y es la obra más representativa que el presidente Enrique Peña Nieto realizará en su administración.

 Frenar las obras del nuevo aeropuerto propiciaría que los empresarios nacionales y extranjeros decidan no invertir más en proyectos de infraestructura en México, pues en caso de que el nuevo gobierno decida cancelarlo se enviará el mensaje de que cualquier proyecto se puede tirar de un momento a otro.

 “El nuevo NAIM es la última oportunidad de realizar un proyecto de infraestructura a largo plazo, pues una terminal con menor rentabilidad, como el de Santa Lucía, podría ahuyentar las inversiones extranjeras y no mejoraría la capacidad operativa”, dice Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). 

El líder empresarial comentó que la construcción del NAIM es la opción más viable para el sector privado, por los mecanismos de financiamiento disponibles, sustentabilidad y visión de largo plazo. “Si se cancela el NAIM, se corre el riesgo de pagar tasas de interés más altas a consecuencia del pasivo, ocasionando que se destine más dinero al compromiso financiero que a la construcción de obra pública”, menciona el presidente del CCE.

 El sector empresarial se pronuncian a favor de la construcción del aeropuerto en Texcoco, por cuatro factores: seguridad, capacidad de operación a largo plazo, construcción de un nuevo centro de conectividad y la vialidad aeronáutica.

De acuerdo con el Consejo Coordinador Empresarial, el NAIM tendría en primer lugar, seguridad, el principal valor de todas las aerolíneas. En segundo lugar, Castañón expone que se busca una capacidad de operación a largo plazo, en promedio de 50 a 60 años. En tercer lugar, es la creación de un nuevo centro de conectividad tanto de pasajeros como de carga, eso ayudaría a ser más competitivos.

 El último factor, por el cual el NAIM en Texcoco es la mejor opción es la ingeniería aeronáutica, cuya limitaciones internacionales actualmente no permiten que se superen las operaciones en el actual Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, (AICM).

 “En el análisis de Mitre arrojó que la separación entre los aviones en la altura no podía ser mayor a 1000 pies si se operan los dos aeropuertos, (AICM y Santa Lucía), para fortalecer la seguridad aérea se tendría que separar la entrada de los aviones en su última fase de aproximación a los aeropuertos”, menciona Castañón. 


Por su parte, Rodrigo Pérez-Alonso, director general de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), dice que “si hoy la separación entre aviones es de entre cuatro y cinco millas para ir aterrizando, con las nuevas reglas de Mitre, se tendría que ir a ocho o 10 millas, por lo cual no se aumentaría la gran capacidad en el AICM, ni en Santa Lucia”.

El director de la Canaero considera que una nueva terminal en Santa Lucía, sería un parche temporal a la saturación en la actual terminal de la capital del país, además de los riesgos de seguridad que implica. Rodrigo Pérez-Alonso, dice que un aeropuerto en lo que ahora es una base militar se saturaría en ocho años.

El Dato.

285,000 mdp

se estima que será la inversión final del NAIM


 Por ello, se debe mantener la obra del NAIM y revisar sus costos. Pérez-Aloso menciona que la obra en Texcoco lleva más de 20 años de planeación y los expertos están a favor de esta obra. Indica que si no hay una infraestructura adecuada y con visión de largo plazo “al final lo que va a acabar pasando, como ya se manifestó, es que Santa Lucía va a ser una visión de corto plazo que va a solucionar o va a poner un parche en un tema que debe ser de largo plazo”.

 El aeropuerto de Texcoco dará una solución en operaciones para 50 años, mientras que Santa Lucía costaría 50 millones de pesos (mdp) más que de lo que se gastaría en el NAIM, el cual favorecerá el crecimiento del sector aeronáutico por su posición geográfica estratégica.


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Las números del NAIM

 De acuerdo con cifras del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) en su página de internet, el NAIM en Texcoco, Estado de México, reporta en total un avance de 31.5%, y se tiene contemplado que el costo total será de 258,000 mdp, de los cuales 70% ya están fondeados y solo falta cubrir 30%. 

En su primera fase, se tiene contemplada la construcción de tres pistas que atenderán a 70 millones de pasajeros al año, y en su etapa final pasarán de tres a seis, que moverán cerca de 135 millones de pasajeros, señala el GACM. 

Del 31.5% del avance en la construcción se considera, además de las obras físicas como el edificio terminal, la torre de control aéreo y las pistas; entre otras, la preparación de estudios y planes maestros; diseño y ejecución de proyectos de desarrollo; provisión de materiales; adquisición de terrenos; gerencia de construcción; obras hidráulicas, ambientales y sociales, y la transición aeroportuaria. En total se han realizado 167 licitaciones para la construcción del nuevo aeropuerto, en las cuales han participado más de 1,880 empresas. 

El Dato.

100,000 mdp

serán las pérdidas si se cancela el NAIM


Se estima que la inversión final será de 285,000 mdp, no obstante, el presupuesto original de la obra era de 120,000 mdp. De acuerdo con el GACM, los recursos que hasta la fecha se tiene asegurados son por 197,000 mdp, de los cuales, 160,000 mdp ya están comprometidos. La misma dependencia asegura que la cancelación de la obra implicaría pérdidas por más de 100,000 mdp.

En el ojo del huracán

 Sin embargo, el destino del NAIM, la obra más ambiciosa del gobierno de Peña Nieto, es incierto, ya que desde su campaña presidencial, el ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) puso la mira sobre el proyecto. El político reconoce que una de las ventajas de seguir la construcción es que hay un proyecto definido, donde se han invertido más de 190,000 mdp, pero señala que la obra tendrá un costo total de 300,000 mdp, incluso aunque sea construida con todas las medidas anticorrupción.

En la actualidad, el debate se centra en dos opciones: continuar con la obra en Texcoco, pero bajo nuevas condiciones, o cancelar la construcción y dar paso a otro proyecto que contempla la construcción de dos pistas en la base aérea militar de Santa Lucía.

 El mes pasado, el presidente electo hizo un llamado a llevar el destino del nuevo aeropuerto a una consulta nacional, con la que se definirá si prosigue la obra en Texcoco o se mantiene en el actual AICM. AMLO señaló que la construcción del NAIM es asunto de todo el país y no solo de los habitantes del Valle de México.

Sin embargo, el banco de inversión JP Morgan alertó en su estudio México 101. The 2018 Country Handbook, que el uso frecuente de consultas en proyectos de alto impacto generaría incertidumbre en el sexenio de López Obrador. “El equipo de transición está agregando incertidumbre sobre lo que podría suceder en los próximos seis años con el uso frecuente de consultas para decidir sobre proyectos de alto impacto”, señala la firma.

 El banco de inversión advierte que la bancada de Morena en el Congreso de la Unión puede echar mano de su mayoría legislativa y avalar una reforma que legitime las consultas públicas. El análisis también señala que el presidente electo anunció que la consulta sobre el NAIM será el próximo 28 de octubre y tendrá carácter de vinculante. Una consulta por el NAIM podría tener consecuencias en caso de que se decida cancelarla ya que podría ser la última oportunidad para realizar un proyecto de infraestructura a largo plazo.

 “Una terminal con menor rentabilidad ahuyentaría las inversiones, tranto extranjeras y nacionales, y no mejoraría la capacidad operativa del actual aeropuerto”, puntualizó Juan Pablo Castañón.



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